El descubrimiento en 2006 de las células madre inducidas o pluripotentes por el científico japonés Shinya Yamanaka abrió numerosas expectativas en el campo de la medicina regenerativa y esquiva además las reticencias éticas que implica el uso de embriones humanos para obtener las células madre.
El trabajo –publicado en la revista Cell Stem Cell– que han llevado a cabo científicas del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ha sido liderado por María Blasco y en el mismo han intervenido Rosa Marión y Katerina Strati.
En declaraciones a Efe, María Blasco subrayó que el proceso de creación de una célula madre pluripotencial o inducida no se puede completar cuando en la célula de partida existe un déficit de telomerasa, una enzima que actúa como una especie de reloj molecular de la vida de una célula conocida también como la enzima de la inmortalidad.
Blasco subrayó la importancia del descubrimiento de las células madre inducidas, que a su juicio deja obsoleto el método de la transferencia nuclear.