El 15 de febrero de 1972 abría sus puertas la delegación en Valencia del Teléfono de la Esperanza, cincuenta años de historia y cerca de 250.000 llamadas telefónicas ha recibido esta entidad dirigida a mejorar la salud emocional de las personas.
Isabel González, coordinadora de cursos y talleres del Teléfono de la Esperanza, ha explicado en Noticias 8 Mediterráneo que en este teléfono se encargan de atender especialmente a personas con situación de crisis de forma anónima, gratuita, confidencial y ofrece un servicio permanente.
La coordinadora ha revelado que los principales problemas que plantean los usuarios son psicológicos, psiquiátricos, relativos a la soledad, ansiedad, fobias, crisis en proyectos vitales, ideas suicidas o incluso derivados de la situación del Covid.
González ha informado de que el perfil de las personas que llaman ha cambiado en los últimos años, asegurando que “antes llamaban muchas más mujeres, casi el 90%, y ahora estamos en un 60%, o sea que los hombres que antes no se atrevían, ahora nos están llamando”. Respecto a las edades, también han detectado un cambio, González ha contado que la media de edad antes era de 46 a 55 años, y ahora están entre los 35 y los 45 años.
La coordinadora ha afirmado que la pandemia ha afectado bastante. La entidad ha tenido muchas llamadas por problemas de soledad e incomunicación ya que “ha habido mucha gente que se ha sentido muy sola en su casa”. En cualquier caso, González ha incidido en que el Teléfono de la Esperanza nunca ha dejado de atender, incluso durante el confinamiento los trabajadores lo hacían desde sus casas puesto que el teléfono está habilitado las 24 horas del día los 365 días del año.
En cuanto a los voluntarios, la coordinadora ha garantizado que están muy bien formados porque el Teléfono de la Esperanza “presta una especial importancia a la formación de su voluntariado”, que tiene una duración de casi un año y consta de dos cursos de desarrollo personal, uno específico para aprender el proceso de relación de ayuda y meses de prácticas.
