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San Fernando

Todos adecuadamente 'nominados'

Fernando López Gil ha conseguido que cinco políticos socialistas tengan una nómina que pagan todos los contribuyentes para asegurarse la vuelta en caso de naufragio.

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  • Ganadores del último congreso -

Todos colocados y sin posibilidad de fricciones en el grupo municipal y ni tan siquiera de éste con otros órganos del partido. El ex portavoz del PSOE de San Fernando y ahora delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil, se puede dedicar a intentar apagar fuegos -o prenderlos- en la ejecutiva provincial sin temor por su espalda en su feudo natural.

Ya se hacía en la agrupación local antes de que llegara la nueva hornada de políticos jóvenes, aunque había menos que repartir porque el proceso de inflación de cargos de confianza estaba dando los primeros pasos. A todo lo más, a María Jesús Castro le hicieron comerse el sapo de la candidatura a las municipales en 1999 a cambio de que terminara su vida política en el Senado, con las ventajas que ahora le permiten ser asesora de un conocido restaurante de Cádiz. Familiar, eso sí.

Lo de ahora el que mejor lo definía era otro político, aunque del Partido Popular, Alfonso González Nantes, cuando hace pocos meses decía que los políticos están en sus puestos por las habichuelas y no se movían para no perder el sueldo.


Por si acaso vuelve
Y así se ha hecho. Fernando López Gil, que nunca ha ocultado su deseo de volver a presentarse a las elecciones en San Fernando cuando termine su periplo provincial, se ha preocupado muy mucho de cubrirse la espaldas ante esa posibilidad y lo ha hecho repartiendo el pastel que ha quedado tras su marcha y manteniendo contentos a todos los que le pueden hacer sombra, una vez derrotada la intrépida Adoración Rego que intentó cambiar el rumbo de la Casa del Pueblo sin éxito.

La operación se ha ido fraguando lentamente en la estratégica cabeza del cabecilla local. Primero lo suyo, obtener un cargo en la Junta de Andalucía, aunque sea a nivel provincial, y dejar San Fernando por un tiempo a la vez que se sienta en la misma mesa que los nuevos responsables del PSOE gaditano.

Una vez que consiguió el puesto que se hizo esperar, quedaba repartir las vestiduras de la asignación al portavoz municipal, que eran dos y que él unió en una sola para cobrar como un primer teniente de alcalde con mando en plaza.

Con su compañero de andadura, Jaime Armario, colocado en ese nuevo puesto de coordinador de delegados o comisario político en el Instituto Andaluz de la Juventud, los 3.600 euros de las dos dedicaciones parciales que le concedió el Pleno municipal se dividieron y comenzaron a disfrutarlas la nueva portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Patricia Cavada, y un nombrado viceportavoz, Fernando León, quien ya se había cansado de ir a los Plenos y fajarse en mil batallas sin cobrar.

La crisis abierta en el PSOE isleño tras cambiar las condiciones económicas de la agrupación local al no conseguir ganar las elecciones, rebajar el Ayuntamiento las asignaciones y afrontar los gastos de la costosa campaña electoral de 2011, dejaba flecos en los propósitos de López Gil de dedicarse exclusivamente a su nuevo puesto en la Junta y a las correrías políticas por toda la provincia con un PSOOE descarnado entre renovadores y pizarristas.

Faltaba un sueldo
En la Casa del Pueblo seguía faltando un sueldo que pagar que ya no podría salir del mismo sitio para que los barones -o las baronesas- mantuvieran la calma. Y López Gil, que se ha demostrado un maestro manteniendo unido al grupo, al menos el grupo que todavía lo sigue, también encontró una respuesta para ello.

El siguiente paso para asegurar la paz era buscaer una nueva entrada de dinero, o una nueva salida de nómina. Así fue cómo la portavoz municipal y la persona que se perfila como un recambio de López Gil en la candidatura de 2015 -en el caso de que a éste le fuera bien fuera de San Fernando- pasa a ser asesora del delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, evidentemente con mejor sueldo que como portavoz a tiempo parcial. Y con la ventaja, para López Gil, de tenerla cerca en todo momento, por eso de que al posible enemigo, en el caso de que se revuelva, es mejor tenerlo al lado que detrás en el caso de que no esté delante. Opción esta última que no se prodiga en política.

Y así ha sido cómo el sueldo que faltaba ha salido de las arcas municipales, 1.800 euros brutos al año, que para un político es poco y para un trabajador, suficiente. Y nada menos que para la secretaria local, Araceli Maese, llave política de la agrupación. Todos colocados, todos 'nominados', todos contentos y todas las espaldas cubiertas.

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