El ex alcalde de Ronda, Juan Fraile, acabó desvelando ante la jueza del caso Acinipo, la magistrada Judith Saiz, sus desavenencias con los máximos responsables del equipo de Gobierno del que formó parte la pasada legislatura, tras la llegada de Antonio Marín Lara al PSOE rondeño.
Fraile, que fue llamado para declarar como testigo por el asfaltado de varias calles de la ciudad en 2010, defendió este viernes ante la jueza su nula relación con estos trabajos, refiriendo incluso que acabaría siendo cesado ese mismo año por el alcalde. No obstante, desvinculó su cese de este asunto: “Entendía desde hace tiempo que estorbaba; sólo daba opiniones al alcalde si me las pedía”, refiere el escrito de declaración entregado a las partes, al que ha tenido acceso RONDA SEMANAL.
El ex alcalde socialista, a quien la jueza llamó por aparecer su nombre en una de las grabaciones a Marín Lara donde el ex alcalde dejaba entrever recelos de quien fuera su concejal de Obras hacia dichas tareas, no puso sin embargo ayer ningún pero ante la magistrada. Aunque dijo estar separado de cualquier decisión en torno a este expediente concreto, se acabó adhiriendo a las tesis de Marín al asegurar que “no le consta que la UTE que ejecutó las obras haya sido favorecida por el Ayuntamiento”. Fraile dijo conocer que varios de los trabajos se llevaron a cabo por el exceso de la obra de la Plaza de España y, el resto, con la conocida subvención de Diputación; dijo creer que el asfaltado se sometió a los procedimientos de contratación, si bien él no tenía competencias sobre los mismos.
La jueza trata de averiguar si las obras fueron adjudicadas a dedo saltándose el Ayuntamiento los legales requisitos de concurso público.