Aunque inicialmente se apuntó al proyecto de Los Merinos como una de las piezas clave en el que, se presuponía, podría ser todo un complejo entramado de presuntas corruptelas, las escuchas telefónicas en la parte del sumario dada a conocer restan importancia a los trámites en la gestión de este proyecto en concreto. Así, aunque la Policía solicitó a la juez pinchar el teléfono del gerente de Los Merinos, Juan Rueda, en julio de 2010, tras autorizarlo ésta sólo tres meses después fueron los propios investigadores quienes solicitaron el cese de las escuchas, sin que de ellas se desprendan datos de interés. Así, en las conversaciones entre Rueda y Marín Lara destacan aquellas relacionadas con los pagos habituales de Merinos al Consistorio, en virtud al acuerdo que mantienen ambas partes por los famosos aprovechamientos urbanísticos; destacan, sin embargo, un par de conversaciones referidas al despido, por parte de empresas subcontratadas por Merinos, de dos familiares de miembros del anterior equipo de Gobierno.
El resto de las escuchas se refieren a gestiones del propio gerente, como por ejemplo, la solicitud de algunos futuros propietarios de las parcelas que se vendían en Los Merinos para que les fueran devueltas las fianzas entregadas, al haberse retrasado la ejecución del proyecto.
Con respecto a los citados pagos de Merinos al Ayuntamiento, a los investigadores sí llamó la atención, como indicio de presunta irregularidad, que existiera un desfase entre las cantidades declaradas a Hacienda por los promotores, y las comunicaciones hechas por el Ayuntamiento, dado que entre 2006 y 2008 el Ayuntamiento dejó de declarar ante Hacienda 3,2 millones de ingresos en concepto de ventas a la promotora de Merinos.
Un tema pendiente de aclarar, sobre el que nada se dice en la parte de la instrucción hecha pública, es el asunto de La Gaceta de Ronda, revista propiedad de Marín Lara, aparecida en 2006, y donde apareció publicidad de Club de Campo y Golf de Ronda, antigua promotora del proyecto.
