La situación ha llevado a los profesionales de la sanidad a concentrarse para pedir a la Administración que tome medidas ante los últimos acontecimientos. La posición es unánime, y todos piden que se estandaricen las medidas de seguridad en los centros sanitarios del Campo de Gibraltar.
Dicha petición se ampara en la arbitrariedad de la instalación de dichas medidas, ya que, mientras que algunos centros cuentan con timbre de seguridad, otros carecen de ellos. Del mismo modo, algunos centros poseen guardias de seguridad sólo por el día, mientras que otros lo tienen sólo en las urgencias; y algunos disponen de cámaras de seguridad y otros no.
Esta disparidad es la que impide, según el colectivo de profesionales, que exista un control riguroso sobre las alteraciones del orden público que se producen en el normal funcionamiento del trabajo sanitario y que provoca que “el desgaste de los profesionales”.
Así lo manifestó ayer el delegado territorial en el Campo de Gibraltar del Colegio de Médicos de Cádiz, Mario Sánchez, quien aconsejó ayer a las víctimas de estas agresiones que denuncien, ya que “sólo un insulto puede provocar ya una sentencia condenatoria, ya que ha pasado de ser una falta a convertirse en un delito”.
Del mismo modo, Sánchez recomendaba a los profesionales que tengan presente el protocolo de actuación frente a estas situaciones, con medidas como dejar abierta la puerta, buscar la presencia de testigos o mantener la distancia con el agresor.
Tanto el colegio como el sindicato médico cuentan cada uno con un abogado en sus servicios jurídicos específicamente encargado de las agresiones a sanitarios, con lo que también trasladaron a las víctimas que acudan a los mismos para mejorar la protección de los trabajadores.
Medidas
El presidente del sindicato médico de Cádiz, Pedro Calderón, destacó la existencia de tres altercados en los últimos ocho días, y expresó la “repulsa” del colectivo ante estas agresiones, haciendo un llamamiento a la población y a la Administración.
El colectivo reclama al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que establezca medidas de seguridad suficientes para evitar que se sigan produciendo estas situaciones, que en el Campo de Gibraltar se han producido con una especial incidencia en las últimas semanas.
A este respecto, Pedro Calderón señaló que “la violencia no está justificada de ninguna manera”, pero sí reconoció que la explicación a este fenómeno puede encontrarse en que “la falta de personal hace que los pacientes no puedan ser bien atendidos en lo que ofrece el SAS, como citas previas, especializaciones o programas de prevención”. Frente a ello, Calderón aconseja a los usuarios que acudan a los métodos de reclamación, y no a los médicos.
