Con la estrella en el Castillo recreamos un ambiente navideño que da la bienvenida al viajero y abarca toda la ciudad pues son numerosas las viviendas de Jaén desde las que se divisa nuestro emblemático monumento. Es una manera de vestir todos los barrios de la ciudad en un solo punto pero que tiene de común para todos que es seña y referencia visible desde cada balcón.
Y es que son muchos años los que los jienenses estamos clamando porque a Jaén se le vista guapa en fechas señaladas y en ello ha de seguir mejorando cada alcalde/alcaldesa que nos gobierne. Aún siguen siendo puntos débiles las plazas emblemáticas -Constitución, Coca de la Piñera, Batallas, Jaén por las Paz, etc.- y asignatura pendiente avenidas tan importantes como Ruiz Jiménez (calle ésta que tratan como de tercera categoría, basta ver sus acerados que han provocado multitud de caídas), o Virgen de la Cabeza. Para todos estos emplazamientos hay que pensar en algo diferente, salirse de lo normal y conseguir un resultado espectacular en años sucesivos. Los tiempos están así y hay que competir hasta en la decoración de Navidad -carro al que han de subirse los dirigentes de la Diputación para realzar el Palacio Provincial de la plaza de San Francisco- para hacernos competitivos en estética a otras ciudades. Otra cosa es considerar si es la mejor o peor época para estos fastos, por aquello de la crisis económica que nos machaca e independientemente de que algunos pensamos que la Navidad, la auténtica Navidad, no comienza hasta las fechas previas a la Nochebuena.