La exdiputada australiana Julia Banks ha afirmado que un ministro de su país, al que no identificó, presuntamente le toqueteó de forma inapropiada la pierna durante una reunión en el Parlamento en 2017.
"Puso su mano en mi rodilla y la pasó por mi pierna, en la parte alta. Después se alejó y yo me quedé petrificada momentáneamente...y él se volteó para mirar si me iba a quedar en ese lugar", dijo Banks la noche del lunes al programa 7:30 de la televisión pública ABC, al agregar que después le contó a otra colega lo ocurrido.
Según la exparlamentaria, cuando ocurrió el supuesto incidente el ministro formaba parte del Gobierno de Malcom Turnbull (2015-2018), pero al ser preguntada por el canal 7 Banks reveló que aún tiene cartera ministerial bajo el actual primer ministro, Scott Morrison.
Banks pertenecía entonces al Partido Liberal, al igual que el ministro al que acusa del acto inapropiado, Turnbull y el actual mandatario australiano.
La exparlamentaria comentó que ese presunto "avance sexual no solicitado o toqueteo inapropiado" ocurrió en una sala con unas 50 personas del partido en el Parlamento.
En su opinión, ocurrió en una situación de "mínima disparidad de poder" entre ella y el ministro, por lo que "una solo puede imaginar qué pasa con la gente que no tiene esa paridad de poder".
La denuncia de la exdiputada es parte de su nuevo libro "Power Play" ("Juego de Poder") que recoge distintas situaciones de manipulación, acoso, sexismo y la cultura tóxica en la escena política australiana.
Estas alegaciones se dan después de que Brittany Higgins, exasesora del Partido Liberal, denunciara en febrero pasado que fue violada en 2019 por un excompañero en el Parlamento, a la que siguieron otras tres contra el mismo agresor.
Además, de la denuncia de Higgins surgió otra contra el entonces fiscal general Christian Porter, ministro de Industria desde el pasado marzo, por una presunta violación hace más de 30 años, que él niega y que la Policía archivó por falta de pruebas tras la muerte en 2020 de la supuesta víctima.
Actualmente, un grupo de investigación independiente liderada por la comisionada de Discriminación Sexual, Kate Jenkins, investiga la cultura laboral del Parlamento australiano, tras las denuncias de Higgins.
Tanto Turnbull como la oficina del actual primer ministro indicaron por separado a la ABC que no tienen conocimiento de ningún incidente de acoso sexual contra Banks, una abogada de profesión quien ocupó su escaño hasta las elecciones de 2019, cuando decidió no presentar su candidatura nuevamente.
Elegida en 2016 como diputada del Partido Liberal, Banks se retiró de la formación gobernante en 2019 tras una revuelta interna de su formación política contra Turnbull que terminó con la elección de Scott Morrison como su nuevo líder y por ende como primer ministro australiano.
Banks explicó a la ABC que dejó a los liberales al darse cuenta de que Morrison era una persona "intimidatoria y controladora" que actuaba "a través de sus emisarios o directamente" en una ambiente que le recuerda a la década de 1980, e incluso de 1950.
Además de Banks, otras legisladoras han declarado que han sido víctimas de insinuaciones de sus colegas, sin dar nombres o formalizar las denuncias, mientras que la laborista ex primera ministra Julia Gillard tuvo repercusión mundial en 2012 por un discurso sobre el sexismo y la misoginia del entonces líder opositor, Tony Abbott.