El viernes 13 de marzo, antes de la declaración del estado de alarma, se anunciaba la suspensión del festival Primavera Trompetera que debía celebrarse en el Circuito de Jerez el 3 y el 4 de abril, posiblemente uno de los primeros grandes eventos que se cayeron formalmente del calendario de espectáculos de 2020.
Miki Gutiérrez es su director y promotor y a día de hoy trabaja con la “ilusión” de que el festival pueda celebrarse el próximo año. “Tenemos la esperanza de que la vacuna avance y podamos estar funcionando con normalidad lo antes posible. Si no es así tendremos que buscar un equilibrio para volver a trabajar cumpliendo las medidas sanitarias, porque está demostrado que en los espacios culturales no se han registrado rebrotes en España”, comenta.
El Primavera Trompetera no es precisamente un evento de pequeño formato, pero a pesar de eso Gutiérrez está “esperanzado” en las “pruebas piloto” que se están llevando a cabo “con aforos grandes en sala”, de ahí que la organización del festival se encuentre “en marcha” como cualquier otro año.
Y es que un evento de estas características no puede improvisarse. Los números no dejan lugar a la duda. En la última edición trabajaron más de 500 personas y el impacto económico generado se estima en alrededor de 3,5 millones de euros.
Generalmente se mira al escenario, pero para que el público disfrute de los artistas son necesarios personal de “sonido, infraestructuras, seguridad, limpieza, proveedores...”. Toda esa cadena se encuentra ahora parada a la espera de la evolución de la pandemia y de las medidas de control que se vayan imponiendo.
Además del Primavera Trompetera, Miki Gutiérrez participa en la organización de otros eventos, festivales y conciertos en buena parte de Andalucía. A pesar de las buenas expectativas que se habían depositado en el presente ejercicio, los meses siguen pasando en blanco y sin ningún hito que anotar en la agenda.
“En este 2020 no estamos trabajando nada, no podemos, a pesar de que se ha demostrado que los espacios culturales son plenamente seguros cumpliendo las normativas de distanciamiento, higiene y demás. En estos eventos no se ha provocado ningún rebrote”, insiste, lo que le lleva a demandar que se tenga “más en cuenta” a este sector de la actividad económica.
El hecho de que parezca factible la organización de eventos cumpliendo una serie de parámetros sanitarios le lleva a mostrarse “esperanzado” en que las administraciones públicas reparen en la importancia de abrir vías que permitan la recuperación de citas que se antojan importantes para la cultura, pero también para la economía. “Qué sería de la vida sin la música. Ojalá muy pronto podamos volver...”.
La próxima edición del Primavera Trompetera está en la cabeza de Miki Gutiérrez, que sólo espera que las administraciones “digan si se puede o no se puede funcionar correctamente”.
