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Jerez arrebata a Cádiz el liderazgo de la contratación vinculada a la cultura

La merma de las contrataciones es inferior al 47%, cuando en la capital sobrepasa ya el 61%, algo que se achaca a la apuesta municipal por mantener los eventos

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  • Uno de los espectáculos del Xera Festival, celebrado hace unas semanas. -

Jerez ha arrebatado a Cádiz el liderazgo en el volumen de contrataciones vinculadas al sector cultural, según se pone de manifiesto en el último informe trimestral elaborado por el Observatorio Argos, dependiente del Servicio Andaluz de Empleo (SAE).

Los promotores achacan este relevo a la apuesta que desde el Consistorio jerezano se ha realizado estos últimos meses por mantener la actividad, aunque para ello haya sido necesario adaptarse a la normativa anticovid.

Gracias a ello, entre los meses de enero y septiembre se han tramitado en Jerez 1.326 contratos de trabajo vinculados a la actividad cultural, frente a los 1.057 de Cádiz.


En ambos casos se ha advertido una merma sustancial de la actividad, en Jerez de casi el 47 por ciento y en Cádiz superior al 61 por ciento.

En términos globales, la contratación en el ámbito cultural ha experimentado en la provincia una caída interanual del 56,61 por ciento hasta el pasado mes de septiembre.

Las cifras no dejan lugar a la duda. Entre los meses de enero y septiembre se tramitaron en el conjunto de la provincia 4.445 contratos de trabajo vinculados a la cultura, 5.801 menos que en el mismo periodo del año anterior, que había marcado la mejor cifra de una serie histórica que arrancó en 2014.

La suspensión de la mayoría de las actividades que adornan el calendario anual, así como las restricciones que se han impuesto para contener la expansión del Covid-19, han frenado en seco la progresión de un sector que cada vez tenía mayor peso en el mercado laboral.

El apartado de artistas creativos e interpretativos no clasificados bajo otros epígrafes es el que tradicionalmente concentra una mayor actividad.

Entre los meses de enero y septiembre de 2019 se registraron 4.201 contrataciones de trabajo amparadas en este segmento, mientras que en esta ocasión no se ha pasado de 1.858.

Eso significa que se han tramitado 2.343 altas menos, lo que se traduce en una merma de la actividad del 55,77 por ciento.

A continuación se encuentra el epígrafe que ampara a compositores, músicos y cantantes, que en lo que va de año ha motivado 1.204 contratos de trabajo, 1.471 menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, acumulando ya un descenso del 54,99 por ciento.

Esos son los segmentos que tienen más peso en el ámbito cultural, pero no los únicos que sufren los estragos de esta crisis. El gremio de actores asume ya un descenso de las contrataciones del 77,96 por ciento, toda vez que el año pasado se tramitaron 540 altas y en 2020 sólo se contabilizan 119.

El caso de los técnicos de grabación audiovisual es parecido, pasando de 721 a 117 contrataciones y acumulando un desplome de la actividad del 83,77 por ciento.

Como ya se ha apuntado, no hay municipio que escape a esta crisis, aunque bien es cierto que unos resisten mejor que otros. Ahí están los casos de Jerez y Cádiz, con 1.326 y 1.057 contratos, respectivamente.

Por detrás se encuentra Chiclana, donde se han tramitado 666 contrataciones, un 49,96 por ciento menos que el año pasado. Conil es el cuarto municipio de la provincia en número de altas vinculadas a la cultura, con 334, un 48,29 por ciento menos que en 2019.

En cualquier caso siempre hay excepciones que confirman la regla. Así, destaca el caso de San Fernando, donde entre enero y septiembre del año pasado se contabilizaron 56 contrataciones vinculadas al sector cultural y en esta ocasión se alcanza la cifra de 157 en el mismo periodo.

En Sanlúcar se observan este año 21 contratos de trabajo, cuando en 2019 no se había registrado ninguno.  

“Muchos compañeros están bastante mal y viviendo situaciones muy penosas”

Alberto Ruiz es vocal en Cádiz de la Asociación de Empresas Productoras de Eventos de Andalucía y ocho meses después del inicio de la crisis sanitaria ya que tiene claro que lo que está viviendo el sector es “muchísimo más fuerte” que lo que se padeció en 2008.

“Muchos compañeros están bastante mal y viviendo situaciones muy penosas, porque no entra un euro en casa desde el mes de marzo y viven de ayudas familiares”, advierte.

A nivel provincial el sector está “parado” salvo excepciones como la de Jerez, donde el Ayuntamiento ha mantenido la programación cultural aunque adaptada al complejo escenario motivado por la pandemia.

El caso es que como consecuencia de esa parálisis existe “mucho oferta y poca demanda”.

“Las administraciones públicas están siendo muy cautas a la hora de organizar espectáculos que impliquen la concentración de gente por miedo a que las critiquen o las señalen sus propios vecinos, pero no tienen en cuenta de que muchas personas vivimos de esto. Igual que se buscan mecanismos para que el albañil pueda seguir poniendo ladrillos, hay que buscarlos para que el artista pueda seguir trabajando”, subraya.

Quienes tienen la suerte de contratar sus espectáculos deben además afrontar “una merma importante” de los márgenes de beneficio, porque “si antes el promotor podía meter a 800 personas en una sala y ahora se reduce el aforo a 300 también hay que ajustar los números”, partiendo de la base de que “mover una compañía o un espectáculo sigue valiendo lo mismo”.

La opinión pública relaciona al sector cultural con los grandes artistas, pero esa élite no constituye precisamente la base de esta actividad. “El gran volumen de la cultura está en el músico que toca en una sala, el que ameniza una cena en un hotel o en un restaurante, el que pone el sonido... Estamos hablando de gente que tiene que currar para comer y pagar una hipoteca”, aclara.

En este segmento se enmarca también la actividad audiovisual, que con la desconvocatoria de congresos o convenciones se encuentra de brazos cruzados a la espera de que amaine el temporal.

Alberto Ruiz no olvida a las pequeñas empresas que trabajan durante todo el año pensando en cabalgatas de Reyes o Carnaval, en pasacalles que no se han celebrado ni se van a celebrar a corto plazo. Lo mismo que ocurre con los feriantes.

“¿Estas familias cómo mantienen una infraestructura como una pista de choque cuando no han tenido ningún ingreso en todo el año? Aquí se han cortado todas las posibilidades de ingresos para mucha gente sin ofrecerles una alternativa”, apostilla.

Para el vocal en Cádiz de la Asociación de Empresas Productoras de Eventos de Andalucía el panorama que se dibuja es “muy complicado”, en buena medida porque las administraciones públicas “no ponen a la cultura en el sitio que se merece”.

“Se están planteando movilizaciones desde plataforma Alerta Roja, porque no se ve movimiento. Los meses van pasando, la gente no puede llenar sus neveras y asistimos ya a situaciones muy precarias, con compañeros pasando penurias. Sólo se pide poder trabajar. De aquí a unos meses veremos al sector bastante mermado, porque la gente tendrá que buscar otras alternativas o reinventarse”. 

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