Según Poll, los experimentos realizados durante la Guerra Fría demostraron que no existen obstáculos insuperables para el desarrollo de la energía nuclear en aviones. Tanto EEUU como la Unión Soviética empezaron a desarrollar bombarderos movidos por energía nuclear en la década de los 50. La idea era que estos aparatos se mantuvieran en vuelo durante largos periodos de tiempo. Estados Unidos hizo pruebas en suelo y en vuelo aunque estos programas de pruebas fueron abandonados en la década de 1960.
Pero ahora Poll recuerda que tenemos que buscar una solución a las emisiones de la aviación, permitiendo seguir volando con impacto cero sobre el medio ambiente. “Necesitamos un diseño energético que no se base en el queroseno, y creo que la energía nuclear es la respuesta. La idea, de hecho, ya fue demostrada hace 50 años”, afirma.