Un fiscal federal argentino emitió hoy un dictamen en el que apunta a que su colega Alberto Nisman, hallado muerto cuatro días después de denunciar a la entonces presidenta del país, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas, fue víctima de homicidio.
Aunque el dictamen del fiscal federal Ricardo Sáenz no es vinculante, el texto representa el primer apoyo de un funcionario judicial a la hipótesis de que la muerte de Nisman fue un homicidio, tal como sostienen las querellas del caso.
"Concuerdo con los apelantes en que el objeto procesal de esta causa, de acuerdo a la prueba producida hasta el momento, lo constituye la hipótesis de que Alberto Nisman ha sido víctima del delito de homicidio", aseguró Sáenz, quien apoyó así el pedido de las querellas de pasar la causa a la Justicia federal.
Hasta el momento, el caso está en manos de la jueza Fabiana Palmaghini de la ciudad de Buenos Aires, quien no ha descartado la hipótesis de suicidio.
Los representantes de la madre de Nisman y los abogados de las hijas del fiscal habían argumentado que la causa debía ser tratada como un homicidio y que, al tratarse de un funcionario del Ministerio Público Fiscal, debía pasarse la investigación al fuero federal.
"La víctima era un fiscal federal y fue víctima de un crimen en ocasión de su actividad profesional", aseguró hoy al canal Todo Noticias el abogado de las hijas de Nisman, Manuel Romero Victorica.
Nisman, fiscal especial que investigaba el atentado perpetrado en 1994 contra la organización judía AMIA en Buenos Aires, fue hallado muerto el 18 de enero de 2015 en el baño de su departamento, con un tiro en la cabeza, cuatro días después de denunciar a Cristina Fernández por supuesto encubrimiento de los iraníes señalados como responsables del ataque.
En el centro de su denuncia, desestimada luego por la Justicia argentina, Nisman situaba el memorándum de entendimiento firmado entre el país suramericano e Irán en 2013 para establecer una "Comisión de la Verdad" que revisara la documentación en la causa por el atentado.
El fiscal fue hallado muerto en la víspera de acudir al Congreso para ampliar los alcances y la trascendencia de su denuncia contra Fernández, el excanciller argentino Héctor Timerman y otros colaboradores kirchneristas.
"No caben dudas ya de que no fue Alberto Nisman quien disparó el arma que le dio muerte, lo que necesariamente lleva a concluir que fue víctima de un homicidio", dijo Sáenz en su dictamen.
"Lejos de hallarse angustiado o deprimido, se encontraba satisfecho, de buen ánimo, plenamente convencido de la justicia de sus acciones y abocado a la presentación que iba a efectuar ante los legisladores", agregó el fiscal federal.
En su dictamen, Sáenz coincide con varios argumentos de las querellas, como las críticas a la investigación que se llevó a cabo desde que se halló el cuerpo del fiscal y la serie de irregularidades que se registraron.
El disparo en la cabeza, el testimonio del médico que llegó aquel día al apartamento alertado por la madre del fiscal, los estudios en el arma y en las manos de Nisman son otras de las pruebas aportadas por las querellas que avala Sáenz.
"Es la primera decisión de un funcionario judicial que comparte la hipótesis de homicidio que las querellas venimos sosteniendo desde hace meses", resaltó Romero Victorica.
Más de un año después de la muerte de Nisman, los investigadores realizaron hoy una nueva inspección ocular en el apartamento donde vivía el fiscal.
En la causa, solo están imputados el técnico informático Diego Lagomarsino, por prestar a Nisman el arma que acabó con su vida, y los escoltas que debían custodiarlo, acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Sin embargo, el fiscal Sáenz consideró que Lagomarsino también debería ser imputado por el presunto homicidio y que se debe asignar "poca credibilidad" a la declaración del técnico informático en la que asegura que Nisman le había solicitado un arma de fuego "para cuidar a sus hijas".
"La utilización de un arma 'amiga' como arma 'asesina' es la mejor forma de montar posteriormente una escena alterada de 'suicidio' para garantizar la impunidad de los homicidas", habían apuntado las querellas, una hipótesis que para Sáenz es "atinada".
La sala VI de la Cámara del Crimen será la encargada de decidir si finalmente la causa pasa al fuero federal, para lo que ha fijado para el próximo 18 de marzo una audiencia en la que las partes ampliarán sus argumentos.