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Vélez Málaga

Trasladan al párroco que sufrió insultos y amenazas en Benajarafe

El sacerdote, de origen indio, denunció que un joven del pueblo se había metido con el color de su piel y le había amenazado con degollarlo

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  • un sacerdote (archivo). -

El Obispado de Málaga ha acordado trasladar al párroco del núcleo de población de Benajarafe, en Vélez-Málaga, que en los últimos meses había sufrido insultos, amenazas y ataques xenófobos por parte de jóvenes de la localidad, hasta las parroquias de Monda y Guaro.

El presidente de la Plataforma por Benajarafe y Chilches, Sergio Yules, ha explicado este miércoles que situación del cura en la población "se ha normalizado", principalmente, a raíz del cierre de un quiosco "que frecuentan los jóvenes que lo insultaban".

El sacerdote, de origen indio, denunció el pasado 26 de junio que un joven del pueblo se había metido con el color de su piel y le había amenazado con cortarle el cuello.

Por estos hechos, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo a un menor de 16 años, y el Juzgado de Menores número 2 de Málaga decretó su ingreso en un centro durante seis meses y dictó una orden de alejamiento, con la prohibición de acercarse a menos de 200 metros del cura durante nueve meses.

Yules ha manifestado que el párroco "está bien en estos momentos, no tiene problemas y quiere quedarse" y, por ello, los vecinos van a iniciar una recogida de firmas y van a solicitar una cita con el Obispado para intentar evitar el traslado, que se hará efectivo en septiembre.

El presidente de la plataforma ha señalado que lo que ha motivado el traslado es que "el Obispado había demandado al Ayuntamiento más presencia policial en la zona y, ante la imposibilidad de atender este requerimiento, porque dicen que están bajo mínimos, han optado por mandarlo a otra parroquia".

Ha insistido en que el cura ha desarrollado "una gran labor" y que los colectivos vecinales quieren que se quede, y confía que en que el Obispado rectifique.

Por su parte, Olga Rodríguez, vicepresidenta del colectivo vecinal ha afirmado que en Benajarafe y Chilches no existe "una inseguridad manifiesta", sino un problema de vandalismo.

Ha precisado que esta zona del litoral occidental del municipio de Vélez-Málaga cuenta con una población de más de 8.000 personas, que ahora en verano se duplica, "y no hay ni una sola patrulla de la Policía Local".

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