Las instalaciones de la Dehesa de Montenmedio acogen la XXX edición de Andalucía Sunshine Tour que se celebra hasta el 24 de marzo (un aniversario que tiene como Presidente de Honor al Rey Felipe VI). Sobre este importantísimo evento hablamos con Armando Trapote, su director deportivo.
Sí, la zona es una maravilla. Siempre digo que mientras aquí haga sol y nieve en Alemania, siempre va a funcionar. El clima es maravilloso. Los jinetes están locos por venir. Y es que nuestro mejor patrocinador, aparte de la Junta, es el sol. Con sol la gente es feliz
Este año Andalucía Sunshine Tour cumple treinta años. Son treinta ediciones en las que se ha producido una evolución brutal desde su inicio… Solo hay que comparar los datos de participación de jinetes y caballos de aquella primera edición y compararlos con los actuales…
–Es impresionante. Comenzó muy poco a poco. Con doscientos caballos y tres semanas de competición a las nueve semanas actuales en las que participan en las que llegan a pasar 3.500 caballos.
¿Ha estado usted desde los inicios?
–No, yo llevo catorce años. Prácticamente la mitad.
¿Os esperabais este éxito?
–Hace cinco o seis años hubo un punto de inflexión cuando ya contábamos con la instalación siempre llena, con unos mil trescientos caballos aproximadamente. Ahí nos preguntamos cómo evolucionar y fue cuando decidimos construir la nueva zona y arriesgarse a tener dos mil caballos que era impensable. Lo llevamos a cabo con un poco de escepticismo porque dos mil son muchos caballos y ahora contamos con dos mil cuatrocientos al mismo tiempo… es decir, es un triunfo brutal.
¿A qué se refiere con el punto de inflexión?
–A la puesta en marcha de la nueva zona con mil cuatrocientos boxes más, seis pistas más, ampliación de la zona de camiones… Ahora mismo contamos con 24 pistas, con lo que nos hemos convertido en el recinto ecuestre de salto más grande del mundo.
Visto lo visto, la apuesta, aunque arriesgada, salió bien…
–La apuesta salió fenomenal. Es un motivo de orgullo para cualquier andaluz contar con estas instalaciones en Andalucía, es increíble.
¿Cómo surgió la idea de montar aquí un Circuito Hípico del Sol?
–En 1994, cuando España sufrió un brote de peste equina, entre sus consecuencias estaba que los jinetes no podían salir a competir fuera. Fue un momento complicado porque la además era muy costoso para la federación mandar al grupo de jinetes españoles a competir al norte de Europa, a Bélgica, a Alemania, a Holanda… Entonces la Federación habló con Antonio Blázquez, cuya hija, Teresa Blázquez, estaba en competición con el equipo nacional, para ver si tenía la intención, al ser conocedores de que contaba con esta finca, de poder organizar un concurso pequeño para que los jinetes españoles pudiesen competir internacionalmente en invierno con la presencia de jinetes extranjeros. Concretamente se pusieron en contacto con Antonio el secretario general de la Federación y David Broom que era el entrenador del equipo Nacional de Saltos de Obstáculos. Ellos fueron quienes pusieron sobre la mesa la idea (de hecho, la pista principal se llama David Broom en su honor). Y como a Antonio no es difícil convencerlo y para él cualquier iniciativa es bienvenida, pues se montó todo esto.
¿Cuáles han sido las claves del éxito para que ya sea un referente internacional de las competiciones de salto?
–El éxito se debe a muchos factores, pero más allá de las instalaciones y del programa deportivo, hablaría del trato al cliente que es donde más estamos enfocados. La idea es que el cliente no se sienta cliente, sino parte de algo. Aquí la gente viene y enseguida siente que forma parte de una gran familia. Cada vez que paga sus inscripciones, que son iguales a las de cualquier otro concurso, saben que cuando regresan al año siguiente una buena parte de ese dinero que se gasta aquí se ha reinvertido en las instalaciones, con lo que se sienten parte de esto. No podemos olvidar que el mantenimiento de la finca cuesta mucho dinero al año pero tenemos una filosofía basada en la reinversión de los beneficios para mejorar las instalaciones. Cualquier jinete que tenga una idea o algo que aportar, siempre sabe que es bien recibida, con lo que se siente partícipe de esas mejoras.
Teresa Blázquez nos comentaba que es tal la intención de ir mejorando, que incluso se ha buscado soluciones para el estiércol, que era un gran problema dado el número de caballos que vienen…
–Sí. Hemos puesto en marcha una empresa, Vermiorganic, porque al final el estiércol es un problema y le hemos dado una solución ecológica y que funciona muy bien y abonos orgánicos, ecológicos y sostenibles. Para ello, se ha invertido casi 1,5 millones de euros en la construcción en la misma finca de una gran planta de compostaje para reciclar el estiércol de los caballos y convertirlos en fertilizantes de calidad. Estas instalaciones de 20 hectáreas se basan en la lombricultura, que es una biotecnología que utiliza una especie domesticada de lombriz (generalmente la Lombriz Roja de California o Eisenia foetida) para transformar todo tipo de materia orgánica, obteniendo como fruto mediante un proceso natural el humus de lombriz o vermicompost, que es un fertilizante ecológico de primer orden.
Una solución para un problema que deja entrever la atención a todos los detalles y a la apuesta por la evolución…
–Efectivamente. Siempre queremos evolucionar y para ellos lo que hacemos es reinvertir en mejorar cada año en todos los aspectos.
Imagino que la organización de un evento de tal magnitud no es nada sencilla…
–No es fácil. Es muy complicado. Ahí la cabeza pensante es Teresa Blázquez y además contamos con la suerte de tener un gran equipo compuesto con personas claves que se encargan de las distintas zonas o áreas. Gracias a estas personas con ello logramos que todo sea más llevadero porque organizativamente es algo muy complicado.
En octubre también hay actividad, ¿no?
–Sí, pero es algo más pequeño. Organizamos la Copa de Naciones que es de un nivel inferior a estas competiciones, aunque también es muy bien acogida por los jinetes, pero que nos sirve para preparar la instalación para el invierno. Y es que la puesta a punto de estas instalaciones es difícil y costosa, y gracias a ese evento logramos que lleguen de la mejor manera a estos meses.
Cumple treinta ediciones y como se anunció días atrás, el Rey Felipe VI es el presidente de Honor…
–Sí, es todo un orgullo. Es una noticia extraordinaria. El hecho de invitarlo y que haya tomado a bien dicha invitación y que sea el presidente de Honor del evento es todo un orgullo.
Y da cuenta de la importancia que tiene este evento…
–Totalmente.
Junto al concurso se ha organizado una serie de actividades paralelas con motivo de este treinta aniversario, ¿qué destacaría fuera del ámbito deportivo puro y duro?
–Sí, se ha organizado una exposición retrospectiva de estos 30 años y un documental sobre la historia del circuito. La idea es realizar una recopilación de estos 30 años que creo que será algo muy bonito e interesante para que se vea la evolución en estas tres décadas. Personalmente me gusta mucho es la imagen que ha diseñado para este aniversario Cristóbal Donaire Barea, Balcris, que es un artista plástico de Jerez. Ha diseñado el cartel, algunos obstáculos, unas figuras que serán trofeos. Es un artista impresionante y lo que ha hecho me ha hecho muchísima ilusión.
En cuanto al ámbito deportivo, hablamos de un año especial al ser olímpico…
–Sí, los seis grandes premios de febrero y marzo son clasificatorios para las Olimpiadas. Y es que para poder participar en dichos juegos necesitas unas mínimas clasificatorias como en todos los deportes. Entonces, la Federación Ecuestre Internacional otorga, dependiendo de los concurso, si forma parte de los clasificatorios o no. Aquí, de las siete semanas, hay seis que son muy fuertes y cuentan con esa distinción. Así, el jinete, para poder optar a los Juegos Olímpicos, tiene que hacer tres recorridos con un máximo de cuatro puntos, que es un derribo. Luego ya cada país designa a sus jinetes pero éstos deben contar con ese aval para poder participar en las Olimpiadas. Y este evento te permite poder conseguirlo.
Eso conlleva que el nivel de los jinetes participantes sea altísimo…
–Sí, hay muchos jinetes y caballos que aún no cuentan con ese aval que vienen a lograrlo aquí. El evento cuenta con una participación destacada de jinetes de primer nivel, posicionados entre los mejores del Ranking FEI Longines. Entre ellos se encuentran nombres como Steve Guerdat (SUI), que es el mejor jinete del mundo. También Martin Fuchs (SUI), Max Kühner (AUT), Bertram Allen (IRL), Grégory Wathelet (BEL), Scott Brash (GBR), Pénélope Leprevost (FRA), Petronella Andersson (SWE), Kendra Claricia Brinkop (GER), y Eduardo Álvarez Aznar (ESP). Esta impresionante presencia promete competiciones emocionantes y un espectáculo de alto calibre.
Hablamos del evento de salto más importante de Europa…
–Yo diría que del mundo. Hay días con siete pistas activas de forma simultánea y más de mil doscientos caballos saltando. Para que te hagas una idea, un concurso normal cuenta con trescientos caballos, de los que en un día saltan ciento veinte. Pues imagínate lo que supone tener a mil doscientos caballos saltando en un mismo día. Es una locura pero gracias, como te he mencionado antes, al equipo que contábamos en cada área, lo hemos logrado. También es importante una aplicación, una ‘App’ que hemos desarrollado con un ingeniero catalán que está hecha a medida para nuestras necesidades. Desde la misma puedes ver tus facturas, hacer tus pedidos, pero lo más importante es que te matriculas en las pruebas que te interesan y a la hora del orden de salida, la aplicación te calcula la hora exacta en la que vas a salir, ahorrándote tiempo. Gracias a ella podemos contar con tantos caballos y de forma organizada. Además, te dice en tiempo real dónde está tu caballo, en qué está compitiendo, te vienen los resultados, puedes ver los vídeos… No hay ningún otro concurso en el mundo que la tenga.
¿Qué es lo que más atrae, lo que más gusta a los jinetes que vienen cada año?
–Las pistas. Son una maravilla. Es lo más importante en un concurso, sin olvidarnos del entorno que ayuda mucho. Pero lo principal que busca un jinete es una pista en perfecta condiciones para rebajar el riesgo de lesión del caballo. Es lo que más nos preocupa a los jinetes, como les ocurre a cualquier deportista de alta competición. Nuestro mayor miedo es que se nos lesione el caballo, por eso buscamos las mejores superficies. Aquí existe la garantía de que las veinticuatro pistas están en perfectas condiciones.
Además, contáis con una clínica veterinaria excepcional…
–Sí, una clínica dirigida por Juan Turrero, que es bajo mi punto de vista el mejor veterinario que hay en Europa. Eso es un apoyo por si ocurre cualquier cosa o para tener a tu caballo a punto.
Otro ámbito es el socioeconómico. ¿Viene mucha gente a ver caballos?
–Cada año existe más cultura sobre lo que es este deporte y los fines de semana que coinciden con los grandes premios, llegamos a tener tres mil personas viendo el concurso. No es el fútbol, pero para este deporte que es minoritario es todo un éxito.
Y debemos mencionar que la entrada es gratuita. Lo digo porque existe una sensación de que es algo muy elitista…
–Es gratuita y aquí todo el mundo es bienvenido. Contamos con cinco restaurantes… para mí es como un ‘disneylandia’ pero con caballos. Vienes con la familia y puedes ver a los mejores jinetes del mundo, es algo único.
Aún así, creo que no se conoce bien en la zona…
–La gente todavía tiene como cierto miedo como que se le va a cobrar o no se la va a dejar entrar. Y es todo lo contrario. Es una maravilla a lo que se une un clima espléndido.
Un evento con una repercusión económica para la zona que ronda los sesenta millones de euros…
–Sí. Están aquí compitiendo durante dos meses algo que beneficia a toda una zona en la que años atrás apenas había nada durante los meses de invierno. Cuando llegué hace catorce o quince años, apenas había dos restaurante, y hoy Vejer está lleno con más de veinte restaurantes. En Barbate igual… toda la zona abre por el concurso. Ocurre igual con nuestro hotel patrocinador que está en Conil y los que están en esa zona que se llenan todos. Vejer, Barbate, Conil, se ven beneficiados porque hablamos de un evento de una gran magnitud y que se celebra en invierno. Eso conlleva la generación de empleo. Aquí durante el año contamos con 25 personas para el mantenimiento y cuando llega la competición aumenta a 150 personas.
¿El éxito de esta competición también es consecuencia del lugar donde se celebra?
–Sí, la zona es una maravilla. Siempre digo que mientras aquí haga sol y nieve en Alemania, siempre va a funcionar. El clima es maravilloso. Los jinetes están locos por venir. Y es que nuestro mejor patrocinador, aparte de la Junta, es el sol. Con sol la gente es feliz.
Hablamos ahora de su persona. Hace dos años se proclamó aquí en Montenmedio Campeón de España Absoluto, un título que no pudo intentar revalidar este año por una lesión. Desde entonces su carrera ha trazado una clara línea ascendente. ¿Cuáles son los hitos más importantes conseguidos en estas últimas temporadas?
–Llevo muchos años con mi mujer (Teresa Blázquez) al frente de una empresa de compra-venta de caballos. Siempre hemos estado enfocados a vender y nunca habíamos podido realmente competir porque teníamos la necesidad de vender los caballos. Ya llevamos tres años en los que decidimos guardar un grupo de caballos y hace dos años fui campeón de España. La verdad es que hemos obtenido unos grandes resultados como durante el Campeonato de Europa siendo el mejor español clasificado, con la clasificatoria olímpica, algo que no se había conseguido desde hacía muchísimos años. Es la segunda vez en 24 años que se logra. En las copas del Mundo también logré unos buenos resultados, como un tercer puesto en la celebrada en A Coruña… y mi mujer en la anterior quedó sexta o séptima. Estamos contentos e intentando poder participar con el equipo en las Olimpiadas.
Entiendo, por lo que dices, que es fundamental contar con un buen caballo, ¿no?
–Sin caballo no hay nada. Es como la Fórmula 1… ya puedes ser Fernando Alonso que si el coche no anda, no puedes hacer nada.
El equipo español de Salto de Obstáculos volverá a estar en unas olimpiadas tras 16 años y, esto es, en gran parte, gracias a su actuación en la pasada Copa de Naciones de Milán. ¿Cómo vivió esta experiencia?
–Pues fue un momento increíble porque nunca había ido a un campeonato por esa razón de no contar con un caballo. Fui con mucha ilusión y muchas esperanzas. El primer día no tuve mucha suerte debido a los nervios y ya en la Copa de Naciones pude sacar todo lo que he aprendido y lo que he trabajado con mi caballo, logrando un doble recorrido sin falta, algo que solo se había dado uno en los últimos treinta años en España.
¿Qué supone para usted la posibilidad de conseguir una plaza para el equipo español que estará en París 2024?
–Es un sueño de niño. Uno siempre ha tenido ese sueño porque es la meta final de cualquier deportista. Era un sueño aparcado porque teníamos que vender los caballos y cada año lo veía más lejano, y ahora que se han sincronizado todos los astros y hemos podido mantener los caballos, pues vuelve a renacer, con lo que es muy ilusionante poder estar ahí.
¿Qué posibilidades hay?
–Son muy altas, pero hay que tener al caballo en forma. Nosotros también porque Teresa también opta a una plaza. Estamos trabajando duro porque creo que no hay muchos matrimonios que hayan participado juntos en unas olimpiadas, así que es importante trabajar mucho.
El caballo es importante pero también lo es la pasión… ¿cuándo nace esa pasión?
–La pasión la tengo desde niño. Monto desde los seis años y siempre ha sido mi gran pasión que he convertido luego en mi modo de vida. Por eso cuando se habla de que es algo elitista la gente olvida que es durísimo. Lo que ve elitista es a un reducido grupo de gente porque con dinero es más fácil todo. Pero es un grupo muy pequeño. Detrás hay una industria enorme. Solo en España representa el 0,7 del PIB, es decir, mueve muchísimo dinero. Y en Alemania es la tercera o cuarta industria del país. Todo eso es un mundo muy sacrificado y muy difícil. Un mundo que te da muchas alegrías pero también sufres mucho, es decir, como el cualquier otro ámbito de la vida… hay que trabajárselo.
Pero con pasión se lleva mejor… ¿Qué significa para ti el caballo?
–Para mí es mi vida entera, es una pasión. Es mi modo de vida. Para mí, el caballo lo es todo.