El Levante, tras el descenso a Segunda División, ha visto reducidos en
casi 40 millones de euros sus ingresos por derechos de televisión y, tras recibir 49,9 millones la pasada temporada, ha presupuestado apenas 10,3 para la presente campaña.
En el presupuesto anunciado este lunes a sus accionistas y que deberá ser aprobado en la Junta General del próximo 19 de diciembre, el Levante incluye en
los 52 millones de ingresos previstos para el ejercicio 22-23 una partida principal de 10,3 millones por derechos de televisión y 2,6 millones por abonados y socios.
Esta caída brusca en sus ingresos la podrá compensar con la ayuda al descenso que otorga
LaLiga y que el Levante ha cifrado en su presupuesto en 18,9 millones de euros.
Otro de las variaciones más llamativas del presupuesto de la presente temporada respecto a la pasada en Primera División es el gasto de la plantilla, que el Levante presupuesta para este curso en Segunda en
casi 25 millones entre el salario de los futbolistas, el cuerpo técnico y las amortizaciones.
La plantilla del Levante tuvo un coste de
algo más de 40 millones de euros entre los salarios de los futbolistas y los tres entrenadores que tuvo el equipo el curso pasado. Además, la amortización por la compra de jugadores en los años anteriores ascendió a algo mas de 8 millones de euros.
El Levante también se ha comprometido en su presupuesto a vender futbolistas por un valor de
13,6 millones de euros antes del 30 de junio de 2023 y el beneficio previsto para el ejercicio económico 22-23 es de 275.000 euros.