Hasta 133 concursos públicos desiertos, casi 80 millones de euros en obras que por el momento no se pueden ejecutar. Las administraciones públicas de la Comunitat Valenciana han visto como en el último año muchos de los proyectos lanzados han quedado sin adjudicar. Y es que, ninguna constructora quiere asumir riesgos en estos momentos en los que los precios de los materiales no paran de subir desde 2020 y la guerra los ha incrementado más si cabe. Madera, hormigón e incluso la mano de obra cuestan más que hace dos años. El coste final de las obras se está viendo incrementado en más de un 20% por estos precios desmesurados en las materias primas.
Las cuentas no les salen a las constructoras y así se han quedado estancadas incluso obras que ya estaban iniciadas. En lo que llevamos de 2022 al menos un 4% de los proyectos han quedado desiertos en las tres provincias. Según Fecoval (Federación de Contratistas de Obra Pública de la Comunitat Valenciana) la más afectada es Valencia con 71 obras sin ejecutar en el último año, 45 en la provincia de Alicante y otros 17 en Castellón. A nivel nacional han sido 500 las licitaciones públicas que han quedado desiertas.