El hombre que falleció el pasado sábado tras ser tiroteado mientras cenaba en el restaurante Tiki de Playamar fue detenido anteriormente por su relación con una bomba hallada en Marbella hace un mes. Según la sudbelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, su muerte “parece ser un ajuste de cuentas”.
Es más, la víctima, de 33 años de edad, ya había ingresado en prisión como presunto miembro de una red criminal holandesa especializada en extorsiones y tráfico de estupefacientes que operaba con armas de fuego y explosivos, según han confirmado a Efe fuentes cercanas a la investigación. Esta organización criminal utilizaba armas de fuego y explosivos para atentar contra la vida de los integrantes de grupos criminales rivales que operaban en España.
"No está generalizado"
El consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, aseguró el lunes que “las condiciones entre el Campo de Gibraltar, y las narcolanchas entrando en la playa, no es la situación de la Costa del Sol”; insistiendo, por tanto, en que “no es la situación ni creo que el peligro que tenga la Costa del Sol es tener una criminalidad generalizada”.
Asimismo, fue cuestionado por si se teme en la Consejería de Turismo por los casos de violencia que ha habido en la Costa del Sol a lo que contestó que “cualquier tipo de ruido es malo para los destinos turísticos”.
Según Fernández, “no debemos relajarnos pero tampoco debemos preocuparnos excesivamente sobre esa imagen”, a lo que agregó que sí hacen “mucho daño programas sensacionalistas, que uno ve en algunos canales y que parece que esto es lo peor”.
Sin dispositivo extraordinario
Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, aseguró que no se ha pensado ningún dispositivo extraordinario a raíz de los últimos sucesos en la Costa del Sol, aunque confirmó que estarán “atentos a esta actividad criminal que lamentablemente estamos teniendo relacionada con el narcotráfico", destacando, no obstante, que la acción policial “está siendo efectiva”.
Gámez afirmó que la actividad delictiva en general en la provincia malagueña “ha descendido un cuatro por ciento” según los datos comparativos con el año pasado, apuntando que estos últimos episodios “son muy llamativos, muy escandalosos y tienen una gran repercusión aunque su numero sea ínfimo en comparación con los tipos delictivos que se producen”.
En el caso concreto de Playamar señaló que la Policía “está investigando el asunto y está en su mano llevar toda la investigación que esclarezca lo sucedido y sobre todo que acompañe a lo que es ponerle freno a cualquier tipo de actividad delictiva que pueda tener detrás, como parece que es el caso, un ajuste de cuentas”.
Asimismo, la subdelegada hizo referencia al golpe histórico que se dio al narcótrafico la semana pasada en Málaga con la incautación de 6.000 kilos de cocaína camuflada en un cargamento de plátanos.