Las plataformas y "mareas" de las residencias han salido este sábado a la calle para protestar por la gestión de estos centros durante la pandemia, la falta de medios y de personal y para pedir un cambio a un modelo "no mercantilizado", además de una ley estatal que regule su situación.
Familias de víctimas de la COVID-19 y de residentes se han manifestado en distintas ciudades, como Madrid, Barcelona, Valladolid, Murcia, Azpeitia (Guipúzcoa), Zaragoza y Teruel, entre otros lugares.
En Madrid, frente al Congreso de los Diputados, la Marea de Residencias ha realizado una ofrenda floral en recuerdo de los fallecidos y ha pedido "justicia y responsabilidad" por las muertes registradas en estos centros.
Los manifestantes ha denunciado la inexistencia de un marco legal "claro", de carácter autonómico o estatal, y han exigido una ley de residencias "justa, digna y consensuada".
La marcha ha partido de la Puerta del Sol, frente a la sede de la presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid, y ha terminado ante el Ministerio de Sanidad, con pancartas en las que podían leerse lemas como "Residencias para vivir, no cementerios", "Ley de residencias y televigilancia, ya" o "No más muertes en residencias".
En Barcelona, más de un centenar de personas convocadas por la Coordinadora de Residencias 5+1 ha reclamado también un "cambio de modelo" y el cese del aislamiento de los ancianos con respecto a sus familiares por los "perjuicios irreparables" que implica.
Los asistentes han pedido "justicia" para los mayores que murieron "en condiciones indignas" en el período más grave de la pandemia ya que, según han asegurado, muchos de ellos "no recibieron la atención médica" y hubo incluso casos "de desnutrición y deshidratación".
Con gritos de "aislamiento es maltrato", "no, no, no a la discriminación", "residencias, no cárceles" y "residencias públicas sí, residencias privadas no", los manifestantes han expresado su rechazo al modelo actual.
Mientras, en Valladolid, alrededor de medio centenar de personas ha protestado por la "precarización" de la gestión y ha reclamado a la Junta que tome medidas como la mejora de los ratios del personal "para que no vuelva a ocurrir como en los meses de marzo, abril y mayo".
La plataforma de afectados por la gestión de residencias en Castilla y León ha criticado que "la gran mayoría de centros estén en manos de grandes empresas" y ha considerado "realmente grave" el que se diera orden de no trasladar a los residentes a hospitales.
"Se les condenó a morir sin asistencia sanitaria", ha lamentado la portavoz de la plataforma Ana Redondo.
En Murcia, otro medio centenar de personas se ha concentrado con pancartas con lemas como "El silencio de los nuestros es un grito de justicia", "Residencias para la vida, no cementerios", "Encierro y aislamiento equivale a deterioro, depresión e indefensión. Administración: esa no es la solución" o "Residencias para la libertad, no cárceles".
Guardando la distancia de seguridad, con mascarilla y chalecos reflectantes, han homenajeado a los que, según sus palabras, han muerto "abandonados" en estos centros durante la primera ola del virus, y han reivindicado una ley que las proteja.
En su manifiesto, la denominada Marea de Residencias ha reclamado una reversión de las políticas de privatización y una norma estatal que obligue que las plazas públicas residenciales sean gestionadas por la administración con la garantía de una atención de calidad que ponga en el centro a las personas.