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La DGT asegura que el desarrollo de la geolocalización en los vehículos no servirá para hacer un "Gran Hermano"

"La DGT solo quiere usarlos en positivo, no tiene ninguna intención de controlar a los vehículos a través de esta tecnología", ha manifestado, en el marco de una jornada sobre 'Tecnología e Innovación en la seguridad vial' en la sede de la Fundación PONS

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  • Tráfico. -

El subdirector de Gestión de la Movilidad de la Dirección General de Tráfico (DGT), Jaime Moreno, ha asegurado que la intención de implantar el 'eCall' una suerte de tarjeta SIM que se implantará de forma obligatoria en los vehículos no supondrá un riesgo para la privacidad de los conductores ya que el organismo no pretende que el sistema "se convierta en un Gran Hermano", en referencia a la novela de George Orwell, '1984'.

   "La DGT solo quiere usarlos en positivo, no tiene ninguna intención de controlar a los vehículos a través de esta tecnología", ha manifestado, en el marco de una jornada sobre 'Tecnología e Innovación en la seguridad vial' en la sede de la Fundación PONS.

   Así se ha referido a la tecnología, que deberá estar incluida de forma obligatoria en todos los vehículos nuevos a partir del próximo mes de octubre y, a partir de 2018, en todo el parque automovilístico.


   La utilidad de este dispositivo, según ha explicado la DGT, es permitir una respuesta más rápida por parte de los servicios de emergencias en caso de accidente, al recibir una llamada del vehículo junto con su localización exacta cuando se produce un siniestro.

   Moreno ha señalado que el 'geotracking' (seguimiento por GPS de los vehículos) puede desarrollarse además para otras funciones como intercambiar información entre los vehículos sobre su presencia, para que los conductores reciban avisos de los obstáculos presentes en la vía.

   En todo caso, sí ha reconocido la posibilidad de que se pueda emplear esta tecnología para que, por ejemplo, las aseguradoras ofrezcan a los conductores realizar un seguimiento de su comportamiento en la carretera, a cambio de reducir el precio de la póliza. Aún así, ha incidido en que estos servicios han de ser siempre "voluntarios" y suponer siempre un beneficio tanto para la empresa como para el conductor.

   El subdirector de Gestión de la Movilidad ha incidido en la tecnología como un "aliado" de cara a reducir la siniestralidad y la mortalidad en las carreteras españolas. De hecho, ha lamentado que España "no está cumpliendo sus objetivos" en materia de reducción de la siniestralidad, pese a que es uno de los países "punteros" de Europa en esta materia.

   Entre los retos que puede ayudar a enfrentar, según ha explicado, se encuentran el envejecimiento de la población, con la consecuente merma de las habilidades de conducción, y el aumento de la movilidad.

   Para Moreno, además de la conducción autónoma de los vehículos (de la que asegura que está "más cerca de lo que se cree") uno de los ámbitos en los que se puede desarrollar la tecnología es en el aprovechamiento de los 'smartphones', por ejemplo, para que peatones y ciclistas se localicen también y envíen su posición a los vehículos que se les acercan.

COCHES AUTÓNOMOS LA PRÓXIMA DÉCADA

   En el caso de la conducción autónoma, tanto el responsable de la DGT como el director de Proyectos de PONS Seguridad Vial, Francisco Paz, se han mostrado convencidos que la conducción completamente automática llegará en los próximos años, previsiblemente la próxima década, y han recordado que en las pruebas que se han hecho de alguno de estos vehículos, los incidentes se han debido a otros vehículos no autónomos.

   De hecho, Paz ha incidido en la importancia de aprovechar las condiciones que tiene España tanto en materia de seguridad vial como en la presencia de una industria automovilística fuerte, para convertirse e "país de referencia" en la prueba de vehículos autónomos.

   Sin embargo, tanto él como Moreno han hecho hincapié en que, más allá de los coches completamente autónomos, existen "distintos niveles" que pueden ayudar al conductor a mantener la atención y a reducir el margen de "posibles errores humanos", como son los controles activos de velocidad, el avisador de cambio de carril, la asistencia al frenado de emergencia o los detectores de fatiga.

   "Hay estudios que indican que el conductor ha de tomar 12 decisiones por cada minuto, por cada 10 kilómetros comete tres errores y cada 800 sufre alguna vez riesgo de accidente --ha indicado Paz--. Tenemos recursos psicológicos que nos ayudan a superar todo esto, aunque nuestro sistema perceptivo tiene limitaciones y no siempre podemos prever lo que van a hacer los demás o cometemos errores calculando las distancias".

   El responsable de PONS Seguridad Vial destacado la capacidad de la tecnología para asistir al conductor aportando información acerca de la presencia de obstáculos o de vehículos en ángulos de visión "muertos", a los que el conductor no puede acceder desde su posición.

   Aún así, pese a elogiar las posibilidades que ofrece la tecnología, ha invitado a no olvidar que "no hay que invertir solamente en "cacharrería electrónica" sino también en formación de los conductores y seguridad vial".

   "Lo que sí que tenemos claro mientras llegan todas esas cosas es la importancia de que el conductor sea responsable y que utilice bien todos los sistemas de retención, especialmente en el caso de los niños --ha subrayado-- Si lo que más queremos que son nuestros hijos pero no somos capaces de protegerlos por pereza o por desidia, y no utilizamos bien los sistemas de prevención y de protección..."

   Por ello, ha invitado a no solamente "mirar al futuro" sino también "volver la mirada hacia lo que ya hay" y ha señalado que, "muchas veces los sistemas de seguridad más avanzados pueden estropearse o ser inservibles por errores o descuidos humanos".

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