Agentes de la Ertzaintza detuvieron este sábado por la tarde en la localidad vizcaína de Portugalete a dos hombres acusados de intentar secuestrar a la expareja de uno de ellos.
Además, se les imputa un delito de agresiones sobre la dueña de la vivienda donde se encontraba la víctima, un delito de atentado a los agentes a los que intentaron agredir durante la detención y daños en los vehículos policiales en los que fueron trasladados a dependencias policiales.
Los hechos ocurrieron sobre las ocho y media de la tarde, cuando una llamada alertó a la Policía autónoma vasca de que se oían muchos ruidos y gritos procedentes de una vivienda sita en el barrio Buena Vista de Portugalete.
Una patrulla se acercó al lugar y sorprendió en el portal de un inmueble a un varón que tenía agarrada a una mujer del cuello contra la pared. Tras socorrer a la víctima, tuvieron que reducir al agresor, ya que estaba muy violento y agresivo. Además, los agentes solicitaron refuerzos para controlar la situación.
Otro varón que se encontraba reteniendo a otra mujer intentó golpear a los ertzainas para evitar la detención, por lo que tuvo que ser también reducido y detenido. Varias patrullas de la Ertzaina, así como una patrulla de la Policía local se acercaron al lugar para realizar el traslado de los agresores.
Según relataron las víctimas, los hombres se presentaron en la vivienda para llevarse por la fuerza a una de las mujeres, la expareja de uno de ellos. Ante la negativa de ésta, fue golpeada y arrastrada de los pelos, mientras su amiga se interponía para evitar que la sacaran de casa, por lo que también fue agredida. Cuando se encontraban ya en el portal apareció una patrulla de la Ertzaintza que practicó el arresto de los dos agresores.
A los detenidos, ambos de 32 años de edad, se les imputan, además de un delito de violencia de género, varios delitos por intento de secuestro, agresiones, atentado a los agentes y daños en los vehículos policiales donde eran trasladados a dependencias policiales ya que rompieron dos lunas a cabezazos. Los arrestados permanecen en dependencias policiales a la espera de ser puestos a disposición judicial.