La familia de Dolores Ortiz, la vecina de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) cuyo cadáver fue descubierto la madrugada del 1 de febrero de 2020 en la plaza de Blas Infante de dicho municipio aljarafeño, prevé solicitar una pena de prisión permanente revisable para el varón detenido como presunto autor del crimen, quien será juzgado por un presunto delito de asesinato el próximo mes de junio en la Audiencia Provincial.
Así lo ha manifestado a Europa Press una mujer miembro de la familia de Dolores Ortiz, manifestando que la misma apuesta por solicitar la "máxima" pena posible para el acusado, que será juzgado a partir del 7 de junio por un jurado popular, mientras la Fiscalía reclama para él 20 años de cárcel y diez años de libertad vigilada post penitenciaria, por un supuesto delito de asesinato con la agravante de parentesco.
En su escrito de conclusiones provisionales, recogido por Europa Press, la Fiscalía relata que el acusado mantuvo una relación sentimental con la víctima, de 34 años de edad y una hija, que terminó en 2010, si bien los dos "continuaban viéndose, ya que ambos eran toxicómanos de larga duración y en muchas ocasiones consumían (droga) juntos".
LA VÍCTIMA TENÍA "MIEDO" DEL ACUSADO
"En este ambiente de consumo de sustancias estupefacientes, y aprovechándose de los sentimientos" que la fallecida tenía hacia él, según el Ministerio Público, el investigado la "utilizaba para que acudiera a comprar a los puntos de venta de droga de la localidad, le quitaba el dinero o las dosis que la misma conseguía, llegando a agredirla en varias ocasiones", extremo que "determinó que, en los meses anteriores a su muerte", la mujer "tuviera miedo de encontrárselo, de forma que se escondía de él, dada la conducta violencia que ejercía" sobre ella.
Entre las 4,30 y las 5,30 horas de la madrugada del día 1 de febrero de 2020, según la Fiscalía, el acusado se encontraba por las inmediaciones de la plaza de Blas Infante, que constituía el "trayecto habitual" de la víctima hacia su domicilio.
En dicho espacio, el acusado habría visto a su expareja sentada en la plaza "consumiendo sustancias estupefacientes", encontrándose la misma "con un chaquetón echado sobre la cabeza a modo de capota para no perder ni una brizna del humo de la droga que estaba consumiendo".
MÁS DE 23 GOLPES
"A sabiendas" de que estando en esta situación las posibilidades de defensa de la fallecida "eran escasas" y "guiado por ánimo de acabar con su vida", según el escrito de acusación, el investigado se acercó a su expareja y, "de forma sorpresiva", le arreó "más de 23 golpes" con un objeto contundente, de peso y al menos con un borde, el cual no ha sido hallado.
Según la Fiscalía, el acusado la golpeó primero de frente y en la cara, lo que hizo que la víctima perdiera la conciencia "desde los primeros golpes". Una vez caída, el acusado "la remató por detrás, golpeando sin control y con inusitada fuerza el cráneo posterior de su víctima, causándole heridas incompatibles con la vida".
Así, y según el Ministerio Público, "tan brutales heridas" le produjeron un traumatismo craneoencefálico severo con lesión de centros vitales que le causaron la muerte, toda vez que el acusado se encuentra en prisión provisional desde su arresto el pasado 19 de junio de 2020.