Un joven ha sido condenado a dos años y medio de cárcel por intentar matar a otro en Osuna (Sevilla) después de una discusión previa en una discoteca de Martín de la Jara, a unos veinte kilómetros, aunque no entrará en prisión porque el tribunal también ha acordado suspender la ejecución de la pena.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha juzgado a M.J.G.R., al que la Fiscalía acusaba de un delito de homicidio en grado de tentativa, y a su víctima, I.O.G., para quien el Ministerio Público reclamó la absolución de un delito de lesiones al estimar la eximente completa de legítima defensa.
Las penas iniciales eran mayores, pero las partes alcanzaron un acuerdo de conformidad antes de la vista oral, celebrada el pasado 30 de septiembre, y la Sala dictó sentencia después de que los dos procesados, incluido el que también era víctima y acusación particular, reconociesen los hechos.
Según han informado fuentes judiciales a Efe, M.J.G.R. fue condenado a dos años, seis meses y un día de cárcel por tentativa de homicidio con la atenuante muy cualificada de drogadicción y no podrá acercarse a menos de cien metros o comunicarse durante cuatro años con el agredido, al que además deberá indemnizar con 34.000 euros.
En el mismo trámite del juicio, una vez obtenido el beneplácito de la fiscal, el presidente del tribunal también le concedió la suspensión de la ejecución de la pena durante cuatro años, de modo que no entrará en prisión si durante ese tiempo no comete ningún delito ni incumple la orden de alejamiento, ya que abonó la responsabilidad civil antes de la vista.
El tribunal también absolvió al otro acusado al considerar que, en efecto, respondió a la agresión del principal encausado para defenderse.
Los hechos reconocidos por todas las partes empezaron sobre las 6.00 horas del 4 de noviembre de 2018, cuando los dos encausados coincidieron en una discoteca de Martín de la Jara y mantuvieron una discusión.
Más tarde, cuando I.O.G. estaba ya en Osuna en compañía de una joven, el otro acusado "se dirigió sorpresivamente" hacia él con un cuchillo de ocho centímetros de hoja y, "con la intención de atentar contra su vida" y diciéndole "te mato, te mato", le clavó el arma en el corazón, el pulmón y los miembros inferiores.
De no haber sido intervenido, según recalca la Fiscalía, el riesgo de que hubiese muerto por colapso era "extremo, evidente e inmediato".
"Arrinconado y temiendo por su vida, careciendo de todo tipo de auxilio y sin otro medio para evitar las embestidas" de M.J.G.R., la víctima le dio "un mordisco en la oreja" para que acabase el "ataque" y él pudiese "salvar la vida".
Como consecuencia de la agresión, I.O.G. sufrió tres heridas incisas en el tórax de 28, 16 y 5 centímetros de longitud, otra herida del mismo tipo en el miocardio del ventrículo izquierdo del corazón y una pequeña laceración en el pulmón izquierdo.
También presentó una herida incisa de 12 centímetros de longitud en la ingle izquierda, otra de 22 centímetros en el muslo derecho y una más en la pierna derecha.
El agresor, en prisión desde el 5 de noviembre de 2018, perdió el lóbulo de la oreja izquierda.