Una fauna poco común en el Parque de los Príncipes, el Sparganium angustiafolium, se ha instalado de forma rápida el estanque y ha colonizado el lago, provocando una densa capa de biomasa verde en la que trabajan desde junio Parques y Jardines, la Universidad de Sevilla y una empresa especializada para tratar de controlarla y eliminarla del parque de una forma sostenible.
La voz de alarma en forma de denuncia la daba este domingo el portavoz del PP, Beltrán Pérez, criticando el "abandono" del Parque de los Príncipes, con un lago "enfermo por falta de mantenimiento". Lejos de ser así, era el propio delegado de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara, quien explicaba que la aparición de una amplia capa de biomasa verde en el estanque del Parque de los Príncipes no obedece a suciedad o falta de mantenimiento del agua, sino a la aparición fortuita de una especie de macrófitos (flora acuática del género Sparganium angustifolium) no habituales en el entorno, de rápido crecimiento y que está colonizando el lago.
La colmatación de biomasa verde conlleva la necesidad de un vaciado cada vez en periodos de tiempo menores a los habituales en estas tareas de mantenimiento, siendo la última vez que se vació y renovó el agua del estanque en febrero pasado. La eclosión de la flora de micrófitos se produjo en junio pasado y sobre su repentina aparición los científicos procedentes de la Universidad de Sevilla del GrupoTAR (Investigación en Tecnología del Agua) barajan varias hipótesis, entre ellas semillas o plantines que podrían haberse introducido en este estanque por el vaciado de acuarios, por peces de acuario que portaran microfitos o por aves que llegan al lago procedentes de lugares donde es común este tipo de flora acuática, así como por una población excesiva de peces.
La conclusión de los expertos
Los expertos concluyen también que la alimentación no controlada de la avifauna y la colonia de palomas del parque podría haber contribuido a la rápida expansión de estos microfitos por los aportes de nutrientes como el nitrógeno o el fósforo -los parámetros del agua de pozo que suministra al estanque son normales, de ahí que la aportación de estos nutrientes sea exterior-. Se trata de macrófitos sin tallos leñosos que pueden alcanzar los 3 metros de longitud y que desarrollan numerosos tallos secundarios y ramificaciones formando un dosel denso en la proximidad de la superficie del agua. Además, las aves acuáticas contribuyen a la dispersión de sus propágulos, facilitando su colonización del estanque.
Desde la tercera semana de junio se están realizando tareas de extracción de la biomasa y estudios para evaluar cómo atajarla sin dañar la diversidad biológica del estanque. “Estamos esperando a que los científicos acaben de tomar muestras para hacer una limpieza más profunda sin vaciar el estanque para evitar el estrés repetido para peces y anátidas. Estamos trabajando, pues, desde el máximo rigor, con los pasos e indicaciones que marcan los científicos, que aún continúan su labor, y vigilando el bienestar de la avifauna. Mientras tanto, y aunque ya está prohibido, pedimos a los ciudadanos que no den de comer ni a los patos del estanque ni a las palomas en el entorno de este lago, puesto que podrían agravar el problema”, ha abundado el delegado.
Por último, Guevara ha aclarado que sobre este trabajo conjunto con la Universidad de Sevilla “se está informando a los vecinos y vecinas de Los Remedios y se seguirá haciéndolo” a través de sus asociaciones.