La riada provocada por las lluvias en el río Blanco, en Sevilla, han destrozado un puente de hierro del siglo pasado y no ha podido con uno cercano del siglo XV, lo mismo que ocurrió con unas lluvias torrenciales registradas en 1949, cuando murieron veinte personas.
En la última riada cayeron unos 200 litros por metro cuadrado durante solo dos horas en las sierras cercanas, desde donde el agua fluyó con enorme violencia por distintos ríos, entre ellos el Blanco, que separa los términos municipales sevillanos de Osuna y Aguadulce.
El cauce del río experimentó la madrugada del pasado domingo una subida de más de doce metros, lo que hizo que primero se erosionaran los estribos del puente de hierro, por donde pasa el tren que une Sevilla y Málaga, y luego lo levantara y cayera por gravedad, según la primera hipótesis que manejan los técnicos.
Una vez que la estructura metálica se la llevó el agua, entre ambas orillas del río solo han quedado las vías férreas.
La corriente depositó el puente de hierro, de casi cuarenta metros de longitud, en el lecho del río, y "afortunadamente" no ejerció de ariete contra el cercano puente del siglo XV, lo que habría provocado daños en su estructura, ha resaltado a Efe un portavoz ADIF.
El puente antiguo es de piedra y los vecinos de la zona se refieren a él como el "puente romano", ha explicado a Efe un experto en ferrocarriles de la zona.
El puente del siglo XV, por donde discurre la carretera y un azulejo asegura que pasó Cervantes, quedó lleno de ramas desde la madrugada del domingo, que aún permanecían esta mañana en la calzada, mientras que algunas de las farolas quedaron dobladas y dañadas.
La potencia del río Blanco llegó este fin de semana hasta la cercana localidad de El Rubio (Sevilla), como ocurrió en 1949, y provocó la inundación del polideportivo y de numerosos terrenos de cultivo, aunque no ha provocado daños materiales.
En la riada de 1949, el agua se llevó un puente de madera que se colocó cuando se construyó la vía férrea por la zona en 1860 y provocó veinte muertes, entre ellos vecinos que vivían en chozas cercanas al cauce.
