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Sevilla

Pérez contra Sanz: la batalla de los 30 días por el PP de Sevilla

El portavoz en el Ayuntamiento y el alcalde de Tomares abren la carrera por ser el candidato para las próximas municipales en Sevilla

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  • El portavoz en el Ayuntamiento y el alcalde de Tomares abren la carrera por ser el candidato para las próximas municipales en Sevilla
  • El partido, dividido ante las dos posibilidades: “Es bueno que exista el debate”

En la lista de comensales que compartieron almuerzo el pasado 20 de enero con Mariano Rajoy en el reservado del restaurante El Mesón de Juan, en Nervión, llamaron la atención dos nombres. Uno que estaba y otro que no. Junto al presidente del Gobierno, de visita con motivo de la convención de distritos del PP de Sevilla, comieron los ministros Zoido y Báñez, el delegado del Gobierno Antonio Sanz, el presidente del partido en Andalucía, Juanma Moreno, y Javier Arenas, entre otros pesos pesados populares.

Pero, por entonces, los focos ya empezaban a buscar a otro de los asistentes. Era Beltrán Pérez (Sevilla, 1974), portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Sevilla. Apenas unos días antes, el debate sobre la candidatura a las próximas municipales acababa de saltar. Las quinielas incluían dos opciones: Pérez y la persona que no acudió a aquella comida: José Luis Sanz (Sevilla, 1968).

San Sebastián, la festividad del patrón de Tomares, localidad que gobierna desde 2007, fue el pretexto (más o menos oficial) con el que el partido excusó su ausencia. Sea como fuere, Sanz, de perfil discreto, evitó la foto con el presidente. No el debate, abierto ya en canal dentro del PP, que ya adelantó hace poco que hará públicos los nombres de sus candidatos a las municipales de 2019 antes de Semana Santa. O sea, que tiene menos de un mes para decidirse.

Pero no es una elección así de simple. Ni por lo que está en juego en Sevilla ni por los condicionantes sobre la mesa. Bajo la designación del candidato para Sevilla subyace una confrontación mucho más profunda en el núcleo del partido, que dibuja dos bandos marcados decididos a imponer a su hombre.

Congreso provincial

La división ya se reflejó en los resultados del congreso provincial el pasado mes de mayo, donde venció Virginia Pérez respaldada por Javier Arenas, pero a poca distancia de Juan Bueno, cercano a Zoido. En la línea de Arenas, factótum del PP sevillano, se posiciona Beltrán Pérez, erigido como portavoz en el Ayuntamiento de Sevilla, apenas un mes después de que Virginia Pérez se convirtiera en la presidenta del partido, con la consigna de endurecer la oposición de Espadas en el Ayuntamiento de la capital. Licenciado en Derecho, Pérez es el concejal más veterano del grupo municipal popular, ya que lleva desde 2003 como edil de forma ininterrumpida.

Y una opción de la que reniega el ala dura del PP nacional, con Zoido y Cospedal a la cabeza, por encarnar Pérez la corriente crítica de Javier Arenas y Virginia Pérez. Eso, de hecho, le ha debilitado ante los órganos oficiales del partido, dirigidos en Madrid por Cospedal, cuyos hombres de confianza en Sevilla son Juan Bueno, antecesor de Virginia Pérez, y José Luis Sanz, su candidato ideal para pelear por recuperar la Alcaldía hispalense.

Pérez, con todo, ha tratado en las últimas semanas de alimentar sus vínculos con la cúpula. Ayer, tanto él como Virginia Pérez agasajaron a Soraya Sáez de Santamaría, que visitó Sevilla, su gran baza junto a Arenas en la calle Génova ante Rajoy. Y gran aliada en la disputa con el bando Zoido-Cospedal-Sanz por seducir al presidente. Algo de lo que ya saben Soraya y Arenas, que impuso en 2014 a su pupilo Moreno como líder del PP-A justamente ante Sanz, apuesta personal de Cospedal.

La decisión, obviamente, es trascendental. Las encuestas no son precisamente optimistas con el PP en Sevilla, amenazado principalmente por el auge de Ciudadanos. Incluso las hay que ni siquiera son amables con Beltrán Pérez sobre su duelo con Sanz, algo que desde el entorno del actual portavoz popular achacan a un intento (interno) por desprestigiar su cartel como candidato.

Otra de las claves es la disposición de Sanz para postularse para librar la batalla de Sevilla. Tendría que renunciar al crédito acumulado en Tomares, feudo donde gobierna desde 2007, y con mayoría absoluta desde 2011. Aquel año, el PP obtuvo 14 ediles (56,3 % de votos), hegemonía que revalidó en 2015 aunque con menos respaldo: 11 ediles (46,1% de apoyos). Para Sanz sería, objetivamente, una apuesta arriesgada.

En mitad de la lucha en la cúpula del PP por encumbrar a sus hombres, el líder del PP-A, Juanma Moreno, capea como puede el miura. “Hay debate. Siempre tiene que haberlo. Es bueno que en los partidos lo haya”, aseguró el pasado lunes en Ondaluz Televisión. “Para la designación nos basaremos en sensaciones demoscópicas”, esquivó el presidente del PP-A, que advierte de que Rajoy tendrá la última palabra al respecto. En la televisión de esta casa, Moreno repartió halagos como los Reyes Magos en las cabalgatas, a puñados y a ambos lados de su carroza. “De Pérez destacaría su experiencia y su capacidad de negociación. De Sanz, que es un magnífico gestor”, equilibró el dirigente, cuyo vínculo con Arenas puede ser clave para decidir esta guerra de 30 días.

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