Con 715 años de historia, el monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce (Sevilla) ha sufrido expolio y se han cerrado sus puertas a los visitantes, hasta el punto de que se ha creado un grupo de trabajo de ciudadanos que no se resignan a que algo tan majestuoso siga cerrado mucho tiempo.
Un monumento que es impresionante desde todo punto, desde que su silueta se divisa desde la autopista de Sevilla a Mérida o al acceder a él por una de las calles de la localidad de la que es parte de sus símbolos, y que se espera que reabra sus puertas en breve, aunque en Santiponce piden que, si es así, aumente la vigilancia y se recupere este edificio de los albores del siglo XIV.
Su estampa preside ahora la entrada a Santiponce, aunque cuando se fundó en 1301 era parte del paisaje cercano a las ruinas de Itálica, donde fue ubicado por Alonso Pérez de Guzmán y María Alonso Coronel, con tradiciones como la que marca que allí estuvo enterrado San Isidoro de Sevilla.
No obstante, el actual edificio no es el que se inauguró hace 715 años, ya que fue ampliándose, contando con una torre, una espadaña y cinco claustros así como con todo lo necesario para que los monjes aguantasen meses en su interior en caso de necesidad.
Ahora, la idea es que abra sus puertas de nuevo en los próximos días, mediante el consenso al que han llegado la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento para cuidar la obra, con medidas como el aumento de su vigilancia, tras el robo sufrido el pasado agosto, cuando unos desconocidos sustrajeron dos paños de azulejos de un metro cuadrado cada uno, obra de Niculoso Pisano y datadas en el siglo XVI.
Los paños estaban situados en el Claustro de los Muertos, con un incalculable valor, y la Junta decidió cerrar el monumento, hasta que la pasada semana la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, informó de su inminente apertura, en respuesta a una pregunta en el Parlamento andaluz formulada por la diputada de IULV-CA Inmaculada Nieto Castro, en la que Aguilar señalaba que la Junta era consciente de la necesidad de aumentar la vigilancia en el monumento.
El robo se produjo de madrugada y fue descubierto por el único guardia de seguridad ya por la mañana, una falta de personal denunciada por el exalcalde de Santiponce y concejal de IU, José López, que sostiene que meses atrás había más personal vigilando el monasterio, cuyo sueldo era sufragado por el Ayuntamiento, que tuvo que suspender este servicio y se quedó una única persona a cargo de la vigilancia.
Además, López señala que este único vigilante era también el encargado de hacer de guía de las visitas, de modo que durante las mismas las puertas del monumento se cerraban, lo que ralentizaba en exceso la fluidez a la hora de recibir a todas las personas que acudían a ver el monumento.
Una situación que denuncia también la Asociación de Amigos del Monasterio, que ha presentado más de 1.300 firmas para pedir que se incremente la seguridad, además de reclamar que se pueda visitar los domingos, como la mayoría de los monumentos de su entorno, e incluso ha propuesto, de momento sin respuesta, que un grupo de voluntarios trabaje por la vigilancia.