La Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, reunido el jurado correspondiente y el pleno de la misma, ha concedido el Premio Real Ilustre Colegio Oficial de Médicos, sobre el tema 'Medicina, Historia de la Medicina y Humanidades', al trabajo titulado 'Pioneros y mártires de la radiología sevillana', del que es autor el también académico y radiólogo de Huelva Antonio López Jiménez.
En un comunicado, el Colegio ha informado de que el autor de este premio de investigación no se conoció hasta que se abrieron las plicas de los trabajos galardonados en la sesión de clausura del curso académico 2015 de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, por lo que le será entregado el premio en la próxima sesión de apertura de nuevo curso académico de este 2016, prevista para finales de enero en el salón de actos 'Ramón y Cajal' de la citada institución.
Antonio López Jiménez, además de miembro de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla desde junio del 2011, ha sido jefe de Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Infanta Elena de Huelva, hasta diciembre del 2014 y director del Centro de Diagnóstico por la Imagen con Alta Tecnología.
"Con su trabajo pone de manifiesto las vivencias y vicisitudes, prácticamente desconocidas, de los tres primeros médicos sevillanos que, tras el descubrimiento la noche del ocho de noviembre de 1895, en Wursburg (Alemania) por Wilhelm Conrad Rontgen (1845-1923), de los Rayos X, logran traer hasta Sevilla a principios de 1896 los primeros equipos de radiología, a los que la Electrología había dado la espalda, y sin tratar sin protección alguna personal, a los primeros pacientes", han explicado.
El conferenciante Antonio López Jiménez "ha profundizado, y queda constancia con ello en el trabajo de investigación ahora premiado, de la trayectoria de estos tres primeros radiólogos, Felipe Carriazo, José Manuel Puelles y Leopoldo Murga, que trajeron hasta Sevilla, primero, y luego el resto de Andalucía, las nuevas técnicas sin que se conociera aún los efectos que iban a tener para su propia salud".
El académico de Medicina ha recuperado en su trabajo "con todo detalle la vida profesional de estos tres pioneros sevillanos en aplicar la nueva tecnología descubierta en ese final del siglo XIX y que luego tanto ha aportado al campo médico en general".
Según han afirmado, con su estudio "se quiere rendir homenaje a los primeros radiólogos andaluces porque su afán emprendedor les pasó luego enormes sufrimientos personales hasta el punto de que el doctor Carriazo, que había establecido en Sevilla el primer Gabinete de Radiología de Andalucía en 1897, sufre apuntación de dedos por radio dermitis en 1916 y en 1918 cáncer ganglionar en axila del cual es operado pero se le reproduce falleciendo en 1919, siendo el primer caso mortal del que se tiene constancia en España por los efectos producidos por falta de protección al exponerse a los Rayos X".
Según deja constancia en su obra López, "nadie pudo informar a aquellos primeros aventureros de los riesgos que presentaba la manipulación de los Rayos X porque se desconocían sus efectos biológicos", de ahí que haya querido calificar de "pioneros y mártires" a los tres radiólogos que apostaron porque Sevilla pudiera estar al día contando con los equipamientos que se fueron descubriendo en aquella época.
"Algo que con este trabajo de investigación ha quedado de manifiesto para el conocimiento de la sociedad sevillana, en general, y del mundo de la medicina, en particular", han concluido.