Javier Núñez ha sido calificado por la crítica especializada como un clavecinista virtuoso, extraordinariamente expresivo y dotado de una particular sensibilidad para la ornamentación. En la actualidad desarrolla una intensa carrera artística tanto en su faceta de solista como de intérprete de bajo continuo.
Con motivo del lanzamiento de su nuevo disco, A modo italiano, el músico atendió a Viva Sevilla, explicando aspectos de sus actividades profesionales, del nuevo disco y de la música antigua.
¿De dónde surgió la idea de hacer este disco?
–El motor principal del proyecto ha sido, desde sus inicios, la pasión continuada por la música italiana de los siglos XVI y XVII. Una afinidad especial con este repertorio para tecla, y, en particular, con el fantástico mundo de la “escuela napolitana”, que rinde un particular homenaje a una música fascinadora y emocionante. Música repleta de contrastes, de luces y sombras, al igual que las pinturas del magnífico Caravaggio o la música vocal del genial Gesualdo, autores ambos relacionados con Nápoles.
¿Qué tipo de música encontraremos en él?
–El disco está centrado en los principales autores de la escuela napolitana que escribieron para tecla entre 1.500 y 1.700 aproximadamente. Asimismo se incluyen otros autores, concretamente de la escuela de Ferrara y Roma, como L. Luzzaschi, E. Pasquini o el más conocido G. Frescobaldi. Fundamentalmente A modo italiano se trata de un disco “a solo”, aunque parecía una buena idea añadir algunos instrumentos más, con el fin de proporcionar un toque de colorido en determinadas piezas sin perder la identidad de una genuina grabación de clave. Así pues, también se conseguía variedad en el resultado sonoro de la grabación. El arpa, por ejemplo, encajaba perfectamente en el disco dada su gran tradición y relevancia en la música napolitana de los siglos XVI y XVII.
¿Qué le dicen nombres como M. Nieves Gómez, Andrés Cea, Tony Millán, Jacques Ogg o Davitt Moroney?
–A Nieves Gómez le tengo un cariño especial, ya que fue mi primera profesora de clave; me transmitió su amor por el instrumento y su repertorio, además de enseñarme la base de la interpretación histórica. Cea fue muy importante para mí porque me descubrió otros interesantes aspectos del instrumento, no sólo en el repertorio a solo, sino también en el bajo continuo y en la afinación. Con Millán estuve estudiando en Madrid, recibiendo clases particulares; recuerdo que las sesiones eran especialmente intensas, un magnífico profesor, aprendí muchísimo con él. Con Ogg estuve estudiando seis años en Holanda, tiempo más que suficiente para asimilar un estilo refinado, pleno de detalles en la técnica del instrumento e interpretación, una experiencia totalmente enriquecedora. Asistí a clases magistrales de Moroney, que me confirmó que el camino que seguía era el adecuado. Un magnífico profesor que me mostró los más sutiles recursos del calve y que me regaló valiosos consejos.
Compagina su actividad como solista con otras. ¿Podría explicarnos cuáles son?
–Accademia del Piacere (Fahmi Alqhai) es un grupo al que estoy íntimamente ligado desde sus inicios, así como More Hispano (Vicente Parrilla), conjuntos que están en la vanguardia de la interpretación de la música antigua, tanto en España como en Europa. Puntualmente colaboro con orquestas como la OBS y próximamente tengo proyectos con la Orquesta Ciudad de Granada, con la que interpretaré el Concierto número 5 de Brandemburgo.