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Sevilla

Huelga de trabajadores de "El Correo de Andalucía" para pedir su continuidad

Los trabajadores de "El Correo de Andalucía" han comenzado hoy cinco días de huelga y se han concentrado, junto a unas 300 personas, en su mayoría periodistas, frente al Ayuntamiento de Sevilla en demanda de la pervivencia de este periódico

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  • Concentración -

Los trabajadores de "El Correo de Andalucía" han comenzado hoy cinco días de huelga y se han concentrado, junto a unas 300 personas, en su mayoría periodistas, frente al Ayuntamiento de Sevilla en demanda de la pervivencia de este periódico.

El Grupo Alfonso Gallardo ha vendido la empresa de "El Correo de Andalucía" al empresario Diego Castrejón por el simbólico precio de un euro, con lo que el nuevo dueño se hace cargo de una deuda que supera el millón de euros.

La presidenta del comité de empresa, Iria Comesaña, ha señalado que al frente del rotativo debe ponerse "una empresa seria y con solvencia" y que los trabajadores aspiran a que esa empresa reflote el periódico que durante los últimos años ha padecido un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), uno temporal (ERTE), varias reducciones salariales, además de despidos incentivados "y todo lo imaginable".

Al dirigirse a los concentrados, Comesaña ha mostrado su esperanza de que "la sociedad no permita" la desaparición de una cabecera centenaria, decana de la prensa sevillana y que sea consciente de la importancia de este periódico y del momento que atraviesan sus 52 trabajadores, que hace solo cuatro años eran un centenar.

En la concentración, los trabajadores han contado con el apoyo del vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, del consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, del secretario regional de CCOO, Francisco Carbonero, y del exalcalde de Sevilla Manuel del Valle, entre otros representantes políticos y sindicales.

De Llera ha señalado que, ante la venta del periódico, debe cumplirse "la más exquisita legalidad" y deben ser respetados los derechos de los trabajadores, mientras que Carbonero ha señalado que no se trata sólo de una pérdida de empleo, sino de "una pérdida de democracia", en caso de que se llegue al cierre del periódico.

Carbonero, que ha recordado la labor de este periódico en favor de los trabajadores durante los últimos años del franquismo y los primeros de la transición, ha señalado que entonces fue un rotativo que "buscaba un país mejor; y eso ahora es imprescindible".

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