Un total de 71 de los inquilinos del antiguo barrio de Regiones Devastadas, formado por viviendas pertenecientes al Ayuntamiento de Sevilla, han recogido este miércoles las llaves de las nuevas viviendas que ocuparán en el recién construido barrio de Nuevo Amate, formado por 220 pisos levantados precisamente sobre la antigua barriada. Mientras buena parte de los antiguos inquilinos no ha ejercido su derecho a habitar estas viviendas y optan por permanecer en las viviendas de realojo que les fueron asignadas, varios de los 71 inquilinos que han protagonizado esta entrega de llaves se han mostrado disconformes con las nuevas condiciones de alquiler.
Todo se encuadra en el proyecto promovido por el Ayuntamiento de Sevilla para regenerar por completo el antiguo barrio de Regiones Devastadas, ubicado en el distrito Cerro Amate y ahora rebautizado como Nuevo Amate. Las antiguas viviendas de protección oficial de este barrio, así, fueron demolidas y en su lugar han sido levantados cinco edificios que contienen un total de 220 nuevas viviendas protegidas, todo ello de la mano de la Empresa Municipal de Vivienda, Suelo y Equipamiento de Sevilla (Emvisesa). La renovación de Regiones Devastadas, como se recordará, parte del pasado mandato y contaba con la participación del Estado, el Ayuntamiento y la Administración autonómica.
LAS VIVIENDAS DE REALOJO
Los inquilinos de estas viviendas protegidas, todos ellos arrendatarios, fueron realojados en viviendas municipales como medida transitoria y a la espera de que las citadas 220 nuevas viviendas estuviesen a su disposición. Este miércoles, finalmente, el Hogar Virgen de los Reyes ha sido el escenario de un acto celebrado por el Ayuntamiento de Sevilla para entregar las llaves de sus nuevas viviendas de alquiler a 71 de los inquilinos afectados por toda esta macro operación urbanística, dado que el resto de inquilinos ha optado por permanecer en las viviendas de realojo que les fueron facilitadas en los barrios de Cross Pirotecnia, Los Bermejales y Pino Montano.
Emvisesa, en ese sentido, anunciaba hace meses la transformación de las viviendas de este último cupo de inquilinos en viviendas protegidas en régimen de alquiler, al objeto de que estas personas permaneciesen en Cross Pirotecnia, Los Bermejales y Pino Montano supuestamente con las mismas condiciones de alquiler de las que ya gozaban en Regiones Devastadas. Y es que ya en 2012 algunos de los inquilinos de Emvisesa correspondientes a Nuevo Amate manifestaban su disconformidad respecto a las condiciones que afrontarían en el caso de regresar a su antiguo barrio ocupando las nuevas viviendas protegidas.
QUEJAS ENTRE LOS INQUILINOS
Esos recelos, de hecho, han sido escenificados en el acto de entrega de llaves celebrado este miércoles y presidido por el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el concejal delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez. Antonio, por ejemplo, manifestaba a los medios de comunicación que ha vivido durante unos 50 años en el antiguo barrio de Regiones Devastadas y ahora, al regresar, siente que le han "engañado como a un chino". Ha explicado que con una prestación de 350 euros al mes, paga una renta de alquiler de 2,5 euros mensuales, algo simbólico, pero ahora ve endurecidas sus condiciones. Anteriormente, según explicaba, pagaba sólo este alquiler simbólico y unos 20 euros de "comunidad que incluía el agua", cuando ahora se verá obligado a pagar "el alta de la electricidad y el agua, el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) y una comunidad que aún no se sabe, pero que seguro que al menos llega a 30 euros".
Otro de los inquilinos, José, explicaba a Europa Press que su renta de alquiler ronda los 80 euros y se siente "contento" de poder disfrutar una vivienda como las correspondientes al nuevo barrio, pero ha lamentado verse obligado a pagar el "enganche" o alta de la electricidad y el agua, así como el IBI. "Me estoy enterando ahora de lo del IBI. Todos tenemos ingresos muy bajos y el IBI deberían pagarlo ellos, porque nosotros somos inquilinos y ellos los propietarios". Otra de las inquilinas, en la misma línea, ha reconocido que su renta de alquiler se reduce a un precio "simbólico", pero explica que al regresar al barrio afronta "una serie de gastos que antes no tenía", como es el caso del IBI o una cuota de comunidad más elevada.
EL ALCALDE DEFIENDE LA OPERACIÓN
El alcalde, de su lado, ha destacado que gracias a la actuación del Ayuntamiento, el barrio ha sido remozado por completo y ahora los inquilinos cuentan con viviendas públicas de nueva construcción y buenas calidades. Respecto a los recelos de estos vecinos, ha manifestado su compromiso por "atender a las circunstancias de cada uno", con lo que Emvisesa "determinará los gastos reales que se producen en cada comunidad y dimensionará" la cuota correspondiente de cada inquilino. "Algún gasto tiene que haber. Hay que ser responsables", ha defendido el alcalde.
Zoido, igualmente, ha reconocido que muchos de los antiguos inquilinos del barrio "no han ejercido, de momento, su derecho a volver", pero ha manifestado su confianza en que lo harán. "Pueden volver", ha dicho como mensaje.