La Universidad de Sevilla (US) se ha congratulado del hecho de que se haya "despejado la incertidumbre" respecto a la afección que las medidas del Gobierno central podían suponer en relación al número de matrículas de la Hispalense para el curso 2012-2013, habida cuenta de que se ha agotado la práctica totalidad de plazas registrando incluso más inscripciones que el pasado ejercicio, de las cuales únicamente el 2 por ciento está afectado por terceras y cuartas matrículas y el encarecimiento de precios que ello supone.
En una entrevista concedida a Europa Press, el rector de la Hispalense, Antonio Ramírez de Arellano, ha aludido a la situación de "gran incertidumbre e inquietud" abierta a mediados del pasado año 2012, cuando se dio a conocer una estrategia nacional en la que "por primera vez se incorporaba a la Ley de Universidades una política de tasas y un elemento novedoso como el del coste de los estudios", así como también se introducía, "a mitad del partido", la idea de una matrícula progresiva en la que el alumno podía acabar costeando hasta el 100 por ciento de los estudios.
Tras un periodo "duro" que culminó con la decisión de la Junta de Andalucía de mantener los términos de la primera matrícula y una subida "moderada" en la segunda, Ramírez de Arellano ha explicado que a pesar del diagnóstico del Plan Nacional de Reformas, según el cual "los estudiantes no rinden", la "realidad" es que en la US el 75 por ciento son de primera matrícula y el 15 por ciento de segunda. Del 10 por ciento restante, ocho de cada diez se adscriben a titulaciones sin docencia, para las cuales el gobierno andaluz contempló que se pagaran como segunda matrícula. Así, "la mayor parte son estudiantes que aprueban, en una situación muy alejada de la visión catastrofista".
Por otro lado, el rector de la US ha calificado de "extremadamente preocupantes" los primeros borradores de la orden de becas, que ha motivado una movilización de las comunidades autónomas y el Consejo de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) para "matizarlos". No obstante, "las familias siguen apostando por la educación, aunque sea más caro", haciendo hincapié en ajustes tales como los registrados en la Hispalense, donde la media de créditos por alumno ha pasado de 62 a 58, "porque se matriculan de aquello que creen que van a aprobar".
"Manteniendo la idea de que en la universidad no debe estar nadie que no demuestre méritos, hay que trabajar defendiendo los principios de igualdad de oportunidades, equidad y permanencia en los estudios", ha explicado Ramírez de Arellano, que también ha aludido a otras cuestiones "preocupantes" como la pretensión de que los estudiantes extracomunitarios se costearan el 100 por ciento de las matrículas, "sin comprender que no son los más pudientes".
Sobre este último aspecto, la US ha buscado un "resquicio legal" para mantener la matrícula a estos alumnos, "porque nos parece de justicia social, y para la marca Andalucía, atraer a personas que serán las futuras clases medias de países con los que queremos colaborar, fundamentalmente Hispanoamérica y el Magreb".
Para el rector de la institución académica, "si la política que se establece expulsa a los estudiantes de la universidad tenemos un grave problema", por lo que "hay que ser razonables y efectivos".