Las defensas que representan a las familias de los dos militares fallecidos el pasado diciembre ahogados durante unas maniobras en la base de Cerro Muriano (Córdoba) han considerado que la prueba judicial realizada este martes en el lago donde ocurrieron los hechos "no ha servido de mucho".
En declaraciones a los periodistas en Córdoba, los letrados Luis Romero y Antonio Granados, que representan al soldado Carlos León y al cabo Miguel Ángel Jiménez, respectivamente, han coincidido en señalar que las condiciones en las que se ha desarrollado la prueba de hoy "nada tiene que ver" con las del día del suceso, en cuanto a temperatura o estado de las mochilas que cargaron los soldados durante la maniobra.
En este sentido, Luis Romero, presente en la prueba que ha durado "poco más de dos horas", ha relatado que un miembro de Grupo Subacuático de la Guardia Civil que ha simulado el ejercicio "tiene un traje neopreno con el que casi puede flotar", y que la temperatura de hoy "era de entre 15 y 20 grados", mientras que el día del suceso "en el agua había cero grados".
Condiciones diferentes
Además, el agente ha cogido una mochila "que no tiene nada que ver" con la usada aquel día, aunque se ha constatado que "ésta ha flotado, pero ha llegado a más de 50 kilogramos", al irse "empapando y entrando agua".
En la misma línea, el letrado Antonio Granados, ha señalado que la comitiva judicial del Togado Militar 21 de Sevilla estafa formada por "el juez, la fiscal, la teniente coronel que al parecer va a llevar el caso, y el secretario" que han procedido "a la prueba de la estanqueidad de la mochila" y que, a su juicio, "de poco ha servido".
Ha expuesto que el agente de la Guardia Civil que ha hecho la prueba "es un especialista en este tipo de asuntos" que "se ha mantenido en el agua con la mochila" pero que "tampoco llevaba el fusil", un peso añadido que también limita la movilidad.
Apertura del sobre del capitán
Además, ha concretado que la "línea" de vida que se ha establecido, y de la que presuntamente se carecía el día del suceso, "cruzaba el pantano artificial de punta a punta" y el agente "ha llegado a decir que no hacía pie" en algunas zonas.
Ha añadido que la "temperatura es imprescindible", ya que "no es lo mismo meterte en el agua con quince grados que con cero" o llevar "el traje de neopreno" en lugar de "ropa, botas o el casco del uniforme".
Por otro lado, Granados ha pedido al juez la "apertura" de un sobre que el capitán responsable de las maniobras, investigado en la causa junto a un sargento y un teniente, dejó cerrado ante la autoridad judicial y que "al parecer contiene un informe" sobre lo ocurrido el día del suceso.
El letrado ha asegurado que el juez decretó que ese sobre "se abriera en el momento en el que, si en el transcurso de las actuaciones y así lo requiriera", el capitán "fuera determinado como investigado, como ocurre en estos momentos".
"En primera instancia se ha desestimado", ha explicado Granados, quien ha presentado un "recurso de queja" ante el mismo juez y que espera que se pueda conocer el contenido de ese sobre antes de las declaraciones de los investigados, previstas para final de esta misma semana.