Triana y Sevilla entera tendrán que
despedirse del
ficus histórico ubicado en la plazuela de la
parroquia de San Jacinto. La Gerencia de
Urbanismo y Medio Ambiente ha aceptado la
solicitud de la Orden de Predicadores-Dominicos de
apear, es decir,
talar definitivamente, el ejemplar ficus macrophylla ubicado en el compás de la parroquia ante el
peligro que supone la
caída de ramas y porque sus
raíces han llegado ya al
dintel de la iglesia y han comenzado a afectar a la propia
estructura del templo.
Fuentes municipales así lo confirman, asegurando que la orden religiosa presentó un escrito argumentando
los graves daños y el riesgo que suponía este ejemplar histórico, ha pedido licencia para proceder al apeo del árbol, que
asumirá la propia parroquia, y “vistos los informes
no se ve adecuado denegar el permiso dado el riesgo de seguridad”.
Aún
no se sabe la fecha en la que se llevará a cabo el apeo del majestuoso y centenario ficus que desde hace un siglo preside la vida de esta parte de Triana pero
será esta semana cuando Urbanismo
dé el visto bueno a la petición, reiterada desde hace años, por la parroquia, que siempre ha argumentado un coste excesivo en el mantenimiento que no puede asumir.
“
No hay forma de hacer ningún mantenimiento (privado o público) que evite los riesgos que hay, de daños personales y de desestabilizar la propia estructura de la iglesia”, señalan desde el Ayuntamiento, que recuerdan el
riesgo grave que ofrecía este ejemplar en una zona, no sólo muy transitada, sino que está ubicada junto a un colegio. Y por el tipo de árbol y por su porte,
es imposible su trasplante a otro lugar. “
No hay más opciones que aceptar la petición”, concluyen.
En el
escrito presentado por la Orden de Predicadores-Dominicos Provincia de Hispania de la
Parroquia de San Jacinto y tras analizar la documentación del expediente, “se ratifica en su petición de que se le conceda licencia para el
apeo del árbol ficus macrophylla que se sitúa en el compás de la parroquia de San Jacinto, en base al peligro que supone la posibilidad de que se produzcan
nuevos desprendimientos de ramas que puedan causar
graves daños personales a los viandantes, como el acaecido el pasado día
19 de marzo de 2021, que motivó que el propio Ayuntamiento tuviera que realizar una
poda exhaustiva, que aun así no ha sido suficiente, pues ha exigido una
nueva intervención urgente por el cuerpo de bomberos en el mes de
septiembre de 2021”.
La parroquia además reitera “nuevamente su gran preocupación” por un
doble motivo, ya que las podas realizadas durante el año 2021 “ha originado un
explosivo crecimiento de nuevas ramas, que pone en gran peligro la seguridad de los viandantes”, mientras que “las
raíces del árbol
han traspasado el dintel de la Iglesia edificio catalogado como
BIC, pues las raíces están
penetrando bajo el subsuelo del propio edificio lo que le está causando graves daños a su estructura, como se pone de manifesto en el informe con valoración y plano de situación, redactado por el técnico arquitecto D. Miguel Angel López López obrante en el expediente”.
Así, la parroquia se muestra “totalmente conforme” con el
informe emitido 23 de mayo de 2022 por el
director general de Medio Ambiente y Parques y Jardines, Fernando Mora-Figueroa Siles, “que por idénticas razones a las expuestas por esta parte se muestra
a favor de que se conceda la solicitud de licencia de apeo del árbol solicitada por la Orden de Predicadores-Dominicos Provincia de Hispania”.
La caída del ficus de la Encarnación
Tampoco hay que olvidar que el pasado
6 de mayo se desplomó uno de los
ficus de gran porte de la
Plaza de la Encarnación. Fue de manera "
fortuita", no provocó heridos al caer durante la noche y fue como consecuencia de la "
pudrición del cuello de la raíz", que "
no se había detectado a pesar de las inspecciones periódicas" que realiza el Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla.
Según los técnicos municipales, esa
pudrición de las raíces
"impedía" que el árbol soportara el peso de su "gran porte” y anunciaban una revisión “en profundidad el resto de árboles de la plaza” y que el ejemplar caído se repondría "en la próxima campaña de plantaciones".
Aunque hay revisiones periódicas de los árboles de gran porte como estos ficus (además de los de la Encarnación hay cuatro en la plaza de Cristo de Burgos y dos en la del Museo) para "minimizar el riesgo de caída de ramas", "las
incidencias de los árboles en el
subsuelo son
más complicadas de detectar que sobre el tronco y las ramas que, en este caso, estaban en buenas condiciones", sentenciaba el Consistorio.