El tiempo en: Chiclana
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

La hija de la mujer asesinada reconoce la toalla intervenida como propiedad personal

La hija de la víctima ha asegurado que la toalla intervenida en la investigación y mostrada en la vista oral era propiedad de su madre y la tenía en su vivienda

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Primera sesión del juicio con jurado popular en la Audiencia de Sevilla. -

Durante el juicio con jurado popular que celebra la Audiencia de Sevilla contra el hombre acusado de robar y asesinar supuestamente en julio de 2020 a una mujer de 54 años en una vivienda de la Macarena asfixiándola con una toalla, incendiando después la escena del crimen; la hija de la víctima ha asegurado que la toalla intervenida en la investigación y mostrada en la vista oral era propiedad de su madre y la tenía en su vivienda particular.

Tras la comparecencia del acusado, Jorge A.G., para el que la Fiscalía reclama un total de 30 años de cárcel, ha prestado declaración como testigo la única hija de la mujer asesinada. Mientras los hechos acontecieron la tarde del 20 de julio de 2020, Estefanía ha relatado que por aquel entonces ella residía en Barcelona pero mantenía un contacto "diario" con su madre y victima del crimen, Rosalía, a la que ha definido como su "amiga".

"Éramos uña y carne. Para mí ella lo era todo", ha enfatizado prácticamente sollozando y defendiendo que conversaba prácticamente todos los días con su madre vía teléfono móvil.

"Mi madre fue asesinada, no murió", ha aseverado explicando que ella "reclamaría la vida" de la fallecida, pero es plenamente consciente de que su progenitora "no va a volver".

La hija de la fallecida ha asegurado además que desconocía que su madre prestaba servicios sexuales y que "en un principio no creía" que tal extremo fuese cierto, manifestando que cuando fue informada de la muerte de su madre, viajó en coche desde Barcelona a Sevilla, viaje durante el cual descubrió que la cuenta bancaria que compartía con su progenitora estaba siendo objeto de diversos cargos ajenos, como la adquisición de cupones de lotería o gastos en tiendas, toda vez que el acusado, Jorge A.G., ha reconocido el "uso fraudulento" de la tarjeta de la fallecida tras recurrir a ella para servicios sexuales y robarle dos teléfonos móviles, un ordenador portátil y su cartera.

Muerte por "asfixia mecánica" 

Empero, mientras la Fiscalía le achaca una supuesta "asfixia mecánica" y mortal de la mujer mediante una toalla que ella misma le había facilitado para que se duchase, incendiando luego el colchón donde quedó el cadáver de la mujer y huyendo del piso con dos teléfonos móviles de ella y una cartera; el acusado ha alegado que la toalla que usó la portaba él en su propia "mochila" porque era de su hermana y aunque ha admitido que se apropió de dos teléfonos móviles, un ordenador portátil y la cartera de la mujer, ha negado cualquier "incendio o muerte".

La hija de la fallecida, no obstante, ha reconocido la toalla intervenida en la investigación y mostrada varias veces durante la vista oral como una toalla del domicilio personal de su madre, exponiendo que la misma era "muy ordenada".

Peticiones de condena a cárcel 

En su escrito de acusación, recogido por Europa Press, el Ministerio Público solicita para el encausado 23 años de prisión por un delito de asesinato; cinco años más de cárcel por un delito de robo con violencia con la agravante de reincidencia; otros dos años de prisión por un delito de daños mediante incendio, y el pago de una multa de 360 euros por un delito leve continuado de estafa, así como que indemnice con 60.000 euros a la hija de la víctima en concepto de daño moral y con 10.536,60 euros al propietario de la vivienda por los daños materiales causados.

La acusación particular, ejercida por la única hija de la fallecida, reclama para él 25 años de prisión por un delito de asesinato; cinco años más de cárcel por un delito de robo con violencia con la agravante de reincidencia; otros tres años de prisión por un delito de daños mediante incendio y una indemnización de 100.000 euros; toda vez que la defensa solicita la libre absolución del encartado.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN