Aunque ha estado a la espera de recibir noticias en los últimos días, todo apunta a que Dani afrontará su decimosegunda temporada en el primer equipo del Atlético Sanluqueño, un logro al alcance de pocos y más teniendo en cuenta que tiene 31 años. Además, el hecho de que Carlos Ríos sea el entrenador del conjunto verdiblanco hace pensar todavía más que seguirá siendo uno de los componentes de la plantilla.
Dani, que queda libre, manifestó a principios de la semana que “espero seguir, aunque no es un decisión mía, es lo que me comunique el club. Si cuentan conmigo, me alegraría de seguir”. De lo que fue la pasada temporada a nivel particular señala que “fue muy positiva porque disputé muchos partidos en una temporada donde tuvimos problemas”.
Del sustituto de Buenaventura tenía claro que “los nombres que habían sonado son de entrenadores interesantes. Con Buenaventura hemos tenido muy buenas relaciones durante toda la temporada”.
Asegura haberlo pasado mal en los últimos días por el fallecimiento de David Romero: “Fue mi compañero durante dos años en el Atlético Sanluqueño. Ya no sólo es eso sino que jugué muchas veces con él en Bonanza”.
Recuerda con añoranza cuando cayó lesionado ante el Montuiri en El Palmar y quedó hospitalizado en el Hospital Virgen del Camino: “Fue a verme porque estando de servicio tuvo que ir a este centro. Habló conmigo y metió a mi novia para que me viera”. Asegura que “no me creía lo que le había pasado porque fue un palo. Siempre lo tendremos en el recuerdo como quedó ingresado en el Tanatorio. Se sabía ganar a la gente porque siempre estaba alegre”. Ahora lo que espera es “desconectar un poco porque pronto empezaremos otra pretemporada”.
