Estuvo lo mejor acompañado posible. De su familia, principalmente y de sus amigos. De otros hosteleros y de distintos gremios y la inmensa mayoría con un pañuelo azul al cuello donde ponía Siéntete pregonero y que estaba previsto que la gente se lo pusiera tras el pregón. Pero como nadie avisó...
Alfonso García ha seguido la estela de otros grandes pregoneros de la Feria de la Tapa, oficialmente Feria Gastronómica de la Bahía que se desarrolla en el Parque de los Patos, oficialmente Parque Almirante Laulhé.
Pero lo hizo a su forma y a su forma es con el atrezzo bien medido y planeado y con las principales fortalezas de la tierra: el flamenco y la gastronomía, que dicho sea de paso, van unidas, pero desde la noche de este viernes, todavía más.
Con la presencia de la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada; el presidente de Acosafe, Manuel Luna y de la presentadora del pregonero, Loli Guerra, Santiago Muñoz, maestro de ceremonias con la voz más envidiada de La Isla, dio comienzo un acto en el que se hizo un repaso a las actividades que van a tener lugar en la próxima feria y se cerró con la palabras de la alcaldesa gradeciendo a Acosafe y los hosteleros su colaboración por una ciudad mejor y un 24 de Septiembre más grande y más diverso.
“Estoy muy emocionado de estar hoy aquí, no puedo evitar sentir un respeto absoluto viendo algunos de los nombres de los pregoneros de años anteriores… y ahora mismo sólo tengo un deseo: estar hoy a la altura de todos ellos”, dijo Alfonsito.
“Este 13 de septiembre quedará grabado en su memoria” acompañando, además, los recuerdos de haber encarnado a uno de los tres Reyes Magos, a Papá Noel y ser Tortillero de Honor de los carnavales de La Isla.
Y llegó la hora
“En primer lugar, tenemos que tener bien claro que es una tapa. Según internet (Google), literalmente, una tapa es un aperitivo que se sirve en la mayoría de los bares o restaurante acompañado de una bebida… que por cierto si voy a dar un pregón de una feria dedicada al tapeo, por favor, ¿hay alguien que me pueda servir una cerveza?”
Le llevaron un Bitter Kas que con pura magia -lo mismo algo tuvo que ver haber sido el mago Baltasar- convirtió en cerveza con un “¡señores, va por ustedes!”
Se acordó de “una cosita” tan importante como un saludo a un maestro de escuela que fue su maestro y que estaba presente, Antonio Montiel. “En la Isla de Leon/pides que se abra el cielo/pides que vuelvan olores/que recuerden a los guisos/calentados en fogón./A los que olían tus calles/ cuando de chico jugabas, en tu humilde callejón”.
Alfonso García recordó lo que antes había dicho el presidente de Acosafe, que “hay motivos más que suficiente para que no faltéis a la cita. 16 stands; 16 grandes empresarios de la restauración, más de cien profesionales de la hostelería, más de 96 tapas diferentes donde podréis elegir…”
Y además “en un parque Almirante Laulé -Parque de Los Patos para los amigos- que a buen seguro se volverá a llenar como cada edición. Y aquí estoy yo, pregonando y nunca me cansaré jamás de pregonar allá por donde valla las cosas tan bonitas que tiene mi isla, como también pregonó en su día nuestro querido paisano Alvarito de La Isla”.
Fue el momento en que salieron tres bailaoras vestidas de blanco al son de la guitarra de Daniel Ramírez Páez y el cante, el pregón de María José Coca. Tanquillo de Cádiz para dar el primer toque flamenco al acontecimiento.
Alvarito de La Isla, Camarón, “considerado el mejor cantaor flamenco de todos los tiempos y que ha conseguido que nuestra tierra sea conocida mundialmente”.
Y de ahí a un homenaje a los que hicieron las delicias de los ciudadanos de San Fernando y que dejaron un legado por el que “seguimos luchando -cada uno con su estilo”.
“Un legado que nos dejaron nuestros compañeros hace años, entre ellos mis padres, aquí presentes, que lucharon por hacer grande nuestra Isla con esfuerzo e ilusión, entre fogones haciendo verdaderas obras de arte y delicias culinarias para los cañaillas y sus visitantes”, dijo el pregonero.
“Porque poseemos unas auténticas joyas comestibles de las que podemos presumir, por ejemplo ese inconfundible bienmesabe o miembesabe, como lo llaman los más mayores, una especialidad totalmente autóctona de nuestra tierra a la que todavía no se le ha dado la importancia que este rico bocado tiene.
Y haciendo un recorrido por esos fogones de antaño, “nos encontramos con ese legado gastronómico al que antes me refería”.
“Así tenemos por ejemplo, el famoso flamenquín del Bar Reverte; esas papas aliñá con el medio huevo duro de la mítica Tienda Chica, de mi gran amigo Coquí en el barrio de San Francisco; las gambas al ajillo del Bar San Diego, la carne mechá –de la buena– de Los Dardanelos; los ostiones fritos de El Patio Maestro Luis; el Menudo de Casa el Nanai; las famosas tortillitas de camarones de la Venta de Vargas, las albóndigas de Casa Barón; el pincho de tortilla de La Maestranza; el bienmesabe de la 1ª de La Isla; el pulpo de La Cepa Gallega; la carne en salsa de La Nueva España; los boquerones en vinagre del Bar Madrid; los pastelitos de carnes y pescado de Los Hermanos Picó; las coquinas a la marinera de La Reja… etcétera etcétera”.
Y del pasado al presente
“La Isla es un lugar con historia, un lugar con profesionales de la gastronomía muy jóvenes y con un futuro esperanzador por lo cual nuestra misión de seguir con ese legado está más que garantizada. Pero ademas de este importante patrimonio gastronómico también podemos presumir de otro legado no menos importante como es el flamenco”.
Y ahí volvió a recordar a Camarón de La Isla, Niña Pastori, Antonio Lizana, María José Coca, el Juani de La Isla, Sara Bara, Chato de La Isla, Jesós Castilla, Fran Ocaña, … “con lo cual podemos presumir de poseer dos artes muy arraigados a nuestra cultura como es la Gastronomía y el flamenco”.
Siguió sonando la guitarra y el cante en una esquina del escenario y salió a bailar sobre un metro cuadrado Jesuli Carrillo por alegrías, que terminaría por bulerías ,ya sin las botas de tacón, cogiendo todo el escenario de la salamás grande del Centro de Cogresos.
Alfonsito paró el pregón emocionado para dirigirse a su esposa Elena García. “Entrando hace un momento en este centro de congresos me han dicho varias personas qué gran hombre eres y hoy aquí delante de todos quiero dejar claro que siempre detrás de un gran hombre hay una mujer más grande”.
Presentadora
Loli Guerra fue la encargada de presentar al pregonero antes de que Alfonsito tomara a palabra y reconoció que “presentar a un amigo es mucho más difícil que presentar a un extraño. Cuando toca presentar a alguien a quien aprecias y admiras, una tiene ese temor de no hacerlo bien, de omitir datos o de no acertar con el enfoque”.
“Alfonsito es como le llamamos quienes le conocemos, y es como a él le gusta que lo llamen. Alfonsito. A pesar de que tiene ya 40 tacos y un 43 de pie”.
En el año 86 -dijo la presentadora- fue cuando sus padres, Alfonso y Carmen, abrieron el Bodegón Andalucía. Y ya entonces se veía a un chiquillo de ocho años correteando por detrás de la barra, y poco después incluso atendiendo las mesas.
Mientras otros jugaban con canicas, pelotas o blandiblú, Alfonsito jugaba con cajillos y latillas de cervezas. “Él hizo su máster de habilidades sociales en el salón del bodegón, hablando con la clientela y pregonando los caracoles que hacía su madre, con esa receta especial que a día de hoy sigue guardando como oro en paño”.
“Llegó Elena a su vida. Y tras ella, Tito y Marta, sus hijos. Ya tenía sus cuatro puntales: su mujer, sus hijos, sus padres, y su Bodegón. Cuando don Alfonso se jubiló, seguro que no podía imaginar a dónde llevaría su hijo el negocio. Porque hay quienes lo revientan”, dijo Loli Guerra.
“Pero Alfonsito lo convirtió en todo un referente de la hostelería en San Fernando. Caracol de oro, desde el año 2000, y sigue consiguiéndolo cada año. Yo recuerdo cuando llegaba al Bodegón, hace unos pocos de años, cuando la aplicación de whatsapp empezaba a llegar a nuestras vidas, y veía a Alfonsito siempre con el móvil y el portátil”.
“Y me metía con él. Le decía que qué poco trabajaba, que yo también quería un trabajo así… Y me dijo que me equivocaba, que él estaba trabajando. Estaba inventando, sin saberlo, una auténtica plataforma publicitaria a través de redes sociales y whatsapp”.
“Alfonsito nos ha enseñado que se puede ser hostelero, echándole todas las horas del mundo al negocio, pero también disfrutar de la familia”, además de regentar el comercio “con más corazón de la Bahía”, dijo Loli Guerra.