“Ya no nos quedará ni París”, dicen algunos socialistas de San Fernando retorciendo la última frase de la película Casablanca. Pero eso lo explicaremos más tarde. Primero hay que entender qué está ocurriendo en el PSOE de San Fernando, que a pesar de que no trascienda porque unos se arriesgan a perder el puestecito y otros tienen conciencia de partido, ocurren cosas.
Es verdad que no ha habido asamblea de militantes para decidir si se inclinaban por la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy. Las ha habido en Cádiz y en Chiclana, en ambos casos en la otra parte que no manda Fernando López Gil. Y en ambos casos ha salido el no en contra de lo que finalmente ha ocurrido.
Pero ha habido asambleas y ha habido palabras gruesas entre pesos pasados del PSOE, unos en activo y otras en pasivo, pero con peso y con aliados poderosos de la vieja guardia.
En octubre se desencadenaron las hostilidades entre sanchistas y los susanistas. Los primeros liderados por María Jesús Castro y los segundos por los que están en buenos puestos de la Administración, excepciones honrosas aparte.
Pero López Gil ha podido evitar un pronunciamiento público sobre el voto del PSOE en el Congreso y eso le hace ganar puntos en el aparato, por cuanto es hombre de llevar bien las riendas. Y según sus detractores, de coger el látigo. Pero ya se sabe lo que decía Antonio Moreno sobre la política, que además lo vivió en sus carnes: “Mis amigos me los busco yo; mis enemigos me los pone el partido”.
Sin embargo, la inteligencia que ha mostrado en el terreno doméstico el secretario local del PSOE de San Fernando, a nivel orgánico y delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz a nivel institucional, no la ha sabido aplicar en la vida pública y social, en la nueva religión de los socialistas y el resto de partidos, las redes sociales.
El tuit enviado a Pedro Sánchez Castejón le ha costado, primero que nada, la vergüenza de tener que retirarlo a toda prisa y la constancia por parte de la gente de la actitud oportunista del político isleño. Y segundo, la petición de dimisión por parte de un histórico del PSOE, como Rafael Román. Además de la constancia de no estar a la altura.
La metedura de pata le ha quitado una buena porción de autoridad dentro del partido a todos los niveles y en San Fernando mantiene el tipo porque en el PSOE se han repartido los sueldos a la perfección desde el mandato corporativo pasado, cuando se fue López Gil a la Junta y sonaron los sables por el mardito parné. Aunque hay disensiones dentro del propio grupo de López.
Este verano, además, posiblemente no se pueda hacer ninguna foto con la alcaldesa de París, como algunas veces, aunque tampoco es santo de la devoción de Anne Hidalgo, quien al contrario que López Gil, su mensaje a Pedro Sánchez, tras los idus de marzo (en este caso, idus de octubre) tuiteó al ex secretario general del PSOE dándole ánimos y pidiéndole que abra camino. Aunque sea con hache.
López Gil le dijo: - “Lo lamento, pero has sido muy mal secretario general y candidato. Gracias por dimitir”. Elegante, lo que se dice elegante, no fue el mensajito.
Malestar por la retirada del premio a 'Charlie Hebdo'
El premio a la Libertad de Expresión a la revista satírica francesa (lo de satírico es un decir; tiene otro nombre) sigue dando que hablar a pesar de que el Gobierno municipal se vio obligado a retirárselo este año después de que la publicación se mofara con crueldad de los damnificados por el terremoto de Italia.
El Partido Popular fue el primero que pidió a Cavada que le retirara el premio que el año anterior no pudieron entregar por recomendación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Luego siguieron las presiones hasta que el Gobierno de Patricia Cavada se vio obligado a dar marcha atrás, aduciendo no sólo la publicación sino las reacciones de las autoridades locales de Amatrice, donde tuvo lugar el terremoto.
La alcaldesa de París, de la que Patricia Cavada dice aprender sus métodos participativos, ha puesto el grito en el cielo cuando se ha enterado, el fin de semana pasado que estuvo en La Isla, de la decisión del Gobierno y según ha sabido este periódico, dijo que no quería saber nada del PSOE de San Fernando. De camino tampoco con los susanistas. Y es que Anne Hidalgo, además de amiga de uno de los fallecidos en el atentado a la revista, es también amiga de otros dibujantes de Charlie Hebdo. Sin confirmar.