El presente artículo nace de un estudio e investigación realizado en los pasados años, en los libros de actas capitulares de las sesiones de cabildos celebrados por nuestra corporación municipal de aquella incipiente Real Villa de la Isla de León, tras su constitución el día 11 de enero de 1766 hasta nuestros días.
Y en este puntual caso, y concretamente sobre la necesidad de fabricar casas consistoriales y demás oficinas públicas en aquella recién constituida nueva población isleña, que bullía en plena efervescencia demográfica y urbanística demandando su sociedad toda clase de servicios públicos por parte del nuevo ente creado.
Se celebraron por primera vez las sesiones y reuniones de nuestra corporación municipal en el palacio municipal el día 21.04.1786 aunque proseguía por entonces el edificio en obras. Las reuniones y sesiones de cabildos en los años anteriores se celebraron en la escribanía pública y numeraria de cabildos, a cuyo frente por entonces se encontraron los escribanos José Gutiérrez de Morón y Álvaro de la Torre Canales, la cual estuvo situada en pleno camino o cañada real (Calle Real) frente al viejo y desaparecido Mesón del Duque, o lo que todos conocemos como Casa del Turco.
Junto a ella se encontraba la cárcel pública, en una propiedad donada por D. Lorenzo Nicolás Ibañez Porcio, Dean de la Santa Catedral de Cádiz, y poseedor de un amplio mayorazgo en nuestra Isla de León, que formaba el denominado Barrio del Patronato, de la iglesia Mayor o plaza de toros y cuya abarcadura se extendió entre los ejes de las actuales Calles de San Cristóbal hacia el puente de Suazo de un lado. Y del otro entre el camino real (Calle Real) a la Albina de San Marcos (Calle de San Marcos).
Desde el nombramiento de nuestro primer alcalde mayor por su majestad, Sebastián Ventura de Sedano el día 11.01.1766, hasta que las obras inconclusas de nuestro palacio municipal lo permitió, aquellos alcaldes mayores residieron en casas alquiladas y sufragadas por los fondos del común, las cuales se ubicaron en diversos lugares no citados de nuestra población, en las cuales y junto a la mencionada escribanía pública de cabildos, se celebraron toda clase de reuniones y sesiones de cabildos de nuestra corporación municipal.
Una vez que el edificio y según avanzaban sus obras lo permitió, los alcaldes mayores fijaron su residencia junto a sus familiares en unas salas dentro del mismo, habilitadas al efecto. También lo hicieron otros empleados públicos, tales como el alcaide de la cárcel y el caballero alguacil mayor de la Real Villa, por citar algunos de aquellos.
Pero para abreviar todo aquello, intentaré relatar todo cuanto aconteció desde el inicio del proyecto, hasta el comienzo de su obra, que extraje de diversas sesiones de cabildos que a continuación detallo:
Primer proyecto para la construcción en nuestra Real Villa de la Isla de León, de casas consistoriales y demás oficinas públicas. Fue visto y tratado por nuestro ayuntamiento en la sesión de cabildo celebrada el día 19.06.1769. En la cual se hizo presente un plan expuesto por parte del regidor Vicente Iturrigaray, para el proyecto de construcción en esta Real Villa, de casas consistoriales y demás oficinas públicas necesarias. El coste de sus obras se estimó en unos 210.000 reales de vellón. Aprobándose el citado proyecto, y acordándose remitirlo para su aprobación al real y supremo consejo de Castilla. Aquel proyecto se hizo realidad tras recibir el oportuno real permiso expedido por el real y supremo concejo de Castilla, y dar comienzo sus obras el día 27 de septiembre de 1778, en el terreno donado por los hermanos Lorión, denominados El Palmarete, actual zona de la Plaza del Rey.
Cabildo de fecha 17.08.1772. Se trató de resolver, sobre la instancia presentada por Thomas de Soto vecino de Cádiz y Francisco Zimbrelo vecino de esta Real Villa, los cuales ofrecen ceder terrenos de su propiedad ubicados en el manchón de Fanales a esta Real Villa, para construir en ellos casas consistoriales, plaza de comestibles y demás oficinas públicas, en virtud del acuerdo adoptado el pasado día 13 de julio del año en curso. Tras arduo debate se acordó denegar dicha pretensión, al no considerarla útil para la causa pública de esta villa. Y que dichas pretensiones las planteó esta villa hace un año al real y supremo concejo de Castilla.
Seguidamente se vio y trató de otro memorial presentado por los antes citados, cediendo y donando a esta Real Villa 4.000 varas cuadradas de terrenos, para la construcción de casas y erección de una plaza y oficinas públicas, cuya situación figura en adjunto plano, los cuales lindan de una parte con la albina, el caño del Zaporito y sus salinas limítrofes. Terrenos que son de una perfecta ubicación, acorde al crecimiento constante de esta Villa, y construcción de sus casas. Que el valor de dichos terrenos según tasación realizada por los propietarios, que lo estiman en un total de 16.000 pesos (4.000 varas cuadradas al precio de 4 pesos por vara).
Cabildo de fecha 10.07.1773. Se vio el memorial presentado por Thomas de Soto y Francisco Zimbrelo, vecinos de Cádiz y de esta Real Villa respectivamente, ofreciendo terrenos de su propiedad en esta villa, para poder construir plaza pública, casas capitulares, habitación para el señor juez y otras oficinas públicas, bajo ciertas condiciones y particulares. Acompañando al citado memorial, planos de dichas obras. El ayuntamiento una vez quedó enterado de todo ello y tras conferenciar sobre el particular largamente, acordó pase y se trate en próximo cabildo, para su resolución y acuerdo.
Cabildo de fecha 27.07.1773. “Resolución sobre dicho memorial, y planos de la plaza y otras oficinas”. En el presente cabildo se volvió a ver el citado memorial y planos presentados por los referidos señores, sobre la formación de plaza, casas capitulares, cárcel y otras oficinas públicas en esta villa. Sobre cuyo asunto, se determinó fuesen votando por su orden, dichos caballeros capitulares. Seguidamente se abrió debate y todos los presentes expusieron su opinión. Y tras pasar a votar el asunto el resultado fue negativo sobre tal pretensión.
Cabildo de fecha 07.08.1773. Se vieron de nuevo los expuestos presentados por el marqués de Carballo, como síndico procurador y personero del común de esta villa, sobre el ofrecimiento efectuado el pasado día 24 del mes en curso, y visto en anterior cabildo (Soto y Zimbrelo), sobre la pretensión de labrar casas consistoriales y demás oficinas públicas en los terrenos de su propiedad que ofrecen a esta villa. Presentando a tal fin nuevo oficio de fecha 19 del presente mes, sobre dicha pretensión.
Cabildo de fecha 15.09.1773. “Memorial ofreciendo terrenos para labrar casas capitulares, y otras oficinas públicas”. Se dio lectura a un memorial presentado por los hermanos Pedro y Petronila Lorión, ambos vecinos de Cádiz, ofreciendo 86 varas cuadradas de terrenos de su propiedad en esta villa, denominados El Palmarete, para construir en ellos plaza de abastos (mercado público) y 30 varas de frente por 35 varas de fondo, para edificar casas capitulares en su frente que da al camino real (Calle Real). Y desde su fondo hasta la misma plaza, poder abrir una nueva calle de 8 varas de ancho (Calle Hermanos Laulhe), para su comunicación y uso, como así se demostraba mediante adjunto plano presentado por los citados hermanos. Que las mismas tierras ofertada por los donantes, son las mismas donde actualmente se ubica el mercado público de esta Real Villa, y que son muy a propósito para llevar a cabo dicho proyecto. Acordándose admitir el citado memorial y plano adjunto, y se haga de todo ello presente al real y supremo concejo de Castilla, para que se digne aprobarlo, y conceder la oportuna licencia, para poder trasladar el actual mercado público de abastos de su lugar de ubicación en la zona de la alameda de las tres cruces (Moreno de Guerra) terrenos que lo son de su misma propiedad, al denominado El Palmarete (Plaza del Rey). Y tras el desbarato de sus puestos allí instalados, permitan construir casas en el mismo.
Esta donación superaba con creces en superficie, al doble de otras donaciones anteriormente citadas, encontrándose dichos terrenos en una inmejorable situación, y en el centro de nuestra población.
Cabildo de fecha 27.04.1774. Se volvió a traer el tema de la construcción de casas capitulares y demás oficinas públicas en esta Real Villa.
El tema del citado proyecto se vio y trató en diversos cabildos del presente año y por lo extenso del mismo se detallan para los interesados en los celebrados los días (09.06/15.06/09.07.1774).
Cabildo de fecha 15.06.1774. Sobre el proyecto de construcción de casas capitulares y demás oficinas públicas, se trató y acordó que estas consistirían en Casas capitulares y en ellas dos oficinas capaces o escribanías, una pública y la otra de cabildos. Y se construyan dos salas para los archivos respectivos de tales escribanías. Una sala capaz para albergar la prisión de esta Real Villa para prisión de algún caballero distinguido. Además, se construirán oficinas de alhóndiga, panadería, pescadería, cárcel y matadero y sus respectivas carnicerías, de cuyas oficinas se carece.
El número de puestos previstos establecer en el nuevo mercado a construir será de 70. Por entonces existían en funcionamiento un gran mercado en la zona de la alameda, y otro más pequeño en la Plazilla Vieja. Además de diversas carnicerías establecidas en diversos lugares de la población. Estas últimas sufrieron continuos y constantes traslados y cambios de ubicación a lo largo del tiempo. También la Armada poseyó para su abasto diversos establecimientos y carnicerías dentro de nuestra población, ubicándose éstos en la zona del actual barrio de la Pastora y cerca del Castillo.
Que, para la construcción de dichas obras, se podrá utilizar del fondo existente en las arcas de propios, consistentes en 16.000 pesos, a los que sumaran lo obtenido en la venta del terreno que ocupa actualmente la antigua cárcel de esta Real Villa situada en el camino Real junto a la iglesia Mayor, que se calcula su valor en unos 6.000 pesos. Y que ambas partidas suman un total de 22.000 pesos.
Que la actual cárcel de esta Real Villa se ubica en pleno camino Real (Calle Real) muy cerca de la iglesia Mayor. Se trata de una pieza o cañón (sala o habitación) insegura e inadecuada a tal fin, donde se alojan sus presos hacinados sin existir entre aquellos ninguna separación. Y que dichos terrenos que ésta ocupa, poseen un crecido valor por su especial situación. Estando además dicha vieja cárcel, muy cercana al lugar donde se pretende construir una pieza nueva, de unas 400 varas de superficie, y destinarla a tal fin.
El día 09.09.1778 se expidió carta real admitiendo la cesión del terreno, ofrecido sin interés, por los hermanos Petronila y Pedro Lorión, para labrar plaza en la Real Villa de la Isla de León, con las siguientes especificaciones: “Y queremos se construyan en él casas consistoriales, cárcel, panadería, matadero, carnicería, pescadería y demás oficinas públicas, con prevención de que si para hacerlos con la capacidad que se requiere se necesita tomar alguna parte más del explicado terreno, se satisfaga su importe en justa tasación. Y mandamos se hagan estas obras a cuenta y cargo de vos, la justicia y ayuntamiento, con arreglo en todo al plano formado por Torcuato Cayón de la Vega, maestro mayor de Cádiz, cuyo original acompaña a esta nuestra carta, rubricado del infrascrito nuestro secretario escribano de cámara y de gobierno de nuestro consejo, y adiciones puestas por don Ventura Rodríguez en su informe de 19 de mayo pasado de este nuestro consejo, con justificación mensual de lo que se haya adelantado”.
Cabildo de fecha 27.09.1778. Tras recibirse del real y supremo concejo de Castilla la licencia preceptiva solicitada por nuestro ayuntamiento, se dio comienzo a los trabajos de desmonte y terraplenado del terreno denominado El Palmarete y en ese día comenzaron las obras de construcción de casas capitulares, plaza y mercado y demás oficinas públicas en este Real Villa. La dirección de sus obras corría a cargo del arquitecto de la catedral de Cádiz Torcuato Cayón de la Vega, auxiliado por el maestro de obras Diego Salado.
Cabildo de fecha 17.08.1780. Proseguían desde el pasado año, los trabajos de desmonte y terraplenado del terreno nombrado El Palmarete, para construir en dicho espacio las casas consistoriales, plaza y mercado público de abastos, y demás oficinas públicas proyectadas.
Cabildo de fecha 30.01.1781. Se vio y dio lectura a una real orden emanada del real y supremo concejo de Castilla, dada y firmada por su secretario de cámara Pedro Escolano de Armenta, en nombre de Antonio Martínez de Salazar, fechado en Madrid a 19.01.1781 y relativa a que las sesiones de cabildos que se han celebrado en las casas moradas de los alcaldes mayores de este Real Villa. Y en virtud del presente, se ejecuten y verifiquen en lo sucesivo, en la sala que tiene la audiencia pública (frente al mesón del duque en pleno camino real, Casa del Turco), a cuyo costado se encuentra la real cárcel (se localiza perfectamente su lugar de ubicación, que se decía años atrás, estar cerca de la iglesia Mayor parroquial). De todo lo cual una vez enterada esta corporación, acordaron obedecer con el debido respeto, dicha superior determinación, y que así se guarde, cumpla y ejecute cuanto se ordena. Y así se determinó. Seguidamente se celebró el primer cabildo, tras la aprobación y entrada en vigor de la citada real orden, el día 12 de febrero siguiente.
Cabildo de fecha 11.10.1783. Proseguían los cabildos celebrándose en la sala de audiencias públicas como era lo normal, y en este caso se hizo en la casa habitación del alcalde mayor, por no disponer aún de casas consistoriales, que proseguían en obras.
Cabildo de fecha 01.01.1786. Se proseguían celebrando las sesiones de cabildos en la sala de audiencias junto a la real cárcel ubicadas en el camino real (Calle Real, Casa del Turco), por no estar aún concluidas las obras de casas consistoriales y demás oficinas públicas que prosiguen sus obras.
Cabildo de fecha 14.03.1786. Aún proseguían celebrándose los cabildos y reuniones en la sala habilitada a tales efectos (Casa del Turco) junto a la real cárcel al no disponerse de casas consistoriales, ya que aún proseguían las obras de construcción de estas y demás oficinas públicas.
Cabildo de fecha 21.04.1786. A pesar de proseguir sus obras,
se celebró en la sala capitular ubicada en la primera planta de estas casas consistoriales, la primera sesión de cabildos de modo oficial, presidida por su alcalde mayor Manuel de Solís y Gorraiz.
La presente imagen o grabado a carboncillo
pertenece y es propiedad de la Fundación Mascort. Torroella de Montgrí Girona. Propietaria del manuscrito titulado Seis años en la vida de un soldado. Recuerdos de la campaña de España (1823-1828), escrito por el soldado francés, miembro de los Cien mil hijos de San Luis, Édouard Joseph Simon Marechal de Saint-Eve y de una serie de interesantes grabados de lo que fue por entonces nuestra ya ciudad de San Fernando). Aquel soldado fue uno de los integrantes del ejercito que ocupó la plaza isleña y el resto de nuestra Nación entre los años de 1823 y 1828, al mando del duque de Angulema y de sus denominados Cien mil hijos de San Luis, que acudió en ayuda secreta del rey español Fernando VII para restablecer el absolutismo, con la ayuda prestada por el rey de Francia para tal motivo. Este grabado muestra por primera vez la imagen del palacio municipal isleño tras el inicio de sus obras en 1778.
Imagen tomada en 1888, poco más de sesenta años después del grabado anterior, donde se muestra el poco o nulo avance de sus obras, y de cómo aún proseguía sin finalizar su tercera planta y su cierre o azotea.
Si observamos las dos anteriores imágenes, se aprecia claramente el nulo avance de sus obras tras numerosos parones y retrasos en la misma por diversos motivos; faltas de recursos, el cerco y asedio a la plaza durante la guerra de la independencia, epidemias, etc.
La obra quedó paralizada prácticamente entre el periodo que separan ambas imágenes, casi 60 largos años. Obsérvese la última planta sin techar, que motivó el estado de ruina de la parte superior que amenazaban venirse abajo por sufrir las inclemencias climatológicas, durante todo aquel periodo transcurrido a la intemperie.
La escalera primitiva de acceso al atrio del edificio desde la Plaza Mayor o del Rey, lo fue de madera, y por su deplorable estado de ruina y el peligro que aquella ofrecía, fue modificada por una nueva de mampostería cuando corría el año de 1805, la cual se aprecia ya labrada en ambas imágenes. Dicha escalera y las ocho covachuelas del atrio desaparecieron tras la última fase de finalización de las obras del edificio (1888 - 1895), para convertirse en la escalera de tipo imperial por todos conocida.
En ambas imágenes se aprecian los distintos faroles del alumbrado público de cada época. En el grabado lo era desde muy antaño bajo el sistema del aceite; mientras que en la inferior lo era por el gas, que poco tiempo atrás había sustituido al del petróleo.
En el lateral derecho junto a la primera covachuela, existió un pozo de agua potable que se solía arrendar al mejor postor, para así abastecer a nuestros vecinos de la zona, y cubrir las necesidades del regadío para el arbolado y jardines de la plaza hoy del Rey.
También se aprecian en dichas diferentes imágenes, la evolución sufrida en las ocho covachuelas, cuatro a cada lado de la citada escalera que linda con el atrio del palacio municipal y Plaza hoy del Real, las cuales anualmente eran arrendadas para establecer toda clase de actividades públicas y privadas en las mismas, incluyendo una en los bajos de la propia escalera, donde existió una taberna o Guichy, o una zapatería de un zapatero remendón.
Obsérvese en el primer grabado dichas covachuelas del lateral izquierdo de la imagen, en la cual aparecen cuatro arcos o ventanales y dos puertas en su extremo izquierdo, más una ventana en su lateral, todas ellas cegadas. En dicho espacio aun cerrado posteriormente se establecieron escuelas públicas, para avanzado el Siglo XIX convertirse en las cuatro covachuelas que aparecen en imágenes de aquel periodo.
En la imagen inferior se aprecia a la izquierda de la misma, una construcción en maderas con el techo de lona a dos aguas. Se trata de un teatro cerrado que desde 1888 hasta el inicio de las obras en la plaza, montaba el Centro Obrero de nuestra ciudad y para lo cual había obtenido el preceptivo permiso municipal, y poder representar obras de teatro y otras funciones musicales, con el fin de recaudar fondos para atender temas benéficos.
En el año de 1868, se establecieron en los bajos del palacio municipal, y allí permanecieron hasta el año de 2003, las antiguas dependencias del cuerpo de la guardia municipal, creada en el año de 1852 en nuestra ciudad. Hasta su traslado e inauguración de la moderna jefatura de la hoy policía local isleña, en los terrenos de la antigua salina de la Magdalena y recinto del ferial, acontecido el día 23.03.2003.
Desde la creación del cuerpo hasta su traslado a los bajos del propio ayuntamiento, las secciones por entonces de la guardia municipal y cuerpo de serenos aún divididas entre sí, hasta su unificación en 1868 en un solo cuerpo de seguridad local, bajo la denominación de guardia municipal, se establecieron en las por entonces denominadas comisarías de barrios, la guardia municipal en horario de día y el servicio de serenos de noche. La sección de serenos se creó en el año de 1846. También existió otra sección bajo la denominación de guardería rural, encargada de vigilar los campos y zonas rurales de nuestra geografía municipal y que se integró junto a las demás en el año de 1868, dentro del mismo cuerpo de seguridad local.
La Plaza Mayor hoy del Rey, como así se le llamó en su primera época, y que ha recibido y de lo que he podido comprobar de forma oficial y popular, un total de once denominaciones diferentes a lo largo de su historia, fue escenario de toda clase de acontecimientos públicos en nuestra historia local,
incluidas hasta ejecuciones públicas de reos condenados a la pena capital, o de penas de azotes y de vergüenzas públicas, así llamadas en su época.
Tras las visitas regias a nuestra ciudad, acontecidas en los años de 1862 (Isabel II) y en 1879 (Alfonso XII), se acordó la necesidad urgente de finalizar sus obras, las cuales comenzaron en 1888 bajo la dirección del célebre arquitecto provincial Amadeo Rodríguez y del constructor local Antonio López Rodríguez, para finalizar las mismas en 1895. Se necesitaron casi 117 años en finalizar las dilatadas obras de construcción de nuestras casas consistoriales, plaza y establecer en ella el mercado de abastos y demás oficinas públicas.
Imagen captada por el Sr. Quijano el día 9 de junio de 1895, tras finalizar las obras de nuestras casas consistoriales. En la misma se refleja la misa de campaña y despedida al regimiento expedicionario de nuestra Infantería de Marina, poco antes de su partida a la guerra de Cuba.
Recordando y dedicando el presente artículo, a mi gran amigo y maestro José María Hurtado Egea, en nuestra común afición como el solía citar de estas cosas de la isla de León, se emplearon un total de 117 años, desde el comienzo de sus obras en 1778 y su finalización en 1895. Según José María Hurtado Egea nos comentó en su obra titulada y publicada en el año de 1997, bajo el título
Cosas, casas y plazas de la isla de San Fernando, el coste total aproximado de estas, alcanzaron la suma de 4.832.675´64 reales de la época. Que su último elemento colocado en su castillete que da al frente de la Plaza del Rey, fue el primitivo reloj marca Canseco. El edificio en si tiene planta rectangular, que mide 52’80 metros de frente y trasera, por 42´87 metros en cada costado. La altura del edificio desde su base hasta concluir en su primera cornisa es de 2050 metros. A la segunda cornisa hay 19 metros. A la tercera 4 metros. Contando el edificio de un total de 90 ventanas.