Un cuarto de siglo ha cumplido en el día de hoy la celebración de San Antón en la localidad, que a pesar de coincidir con numerosos eventos en la localidad, debido al inicio del carnaval, ha conseguido alcanzar nuevamente los casi 140 animales inscritos, aunque la asistencia de público ha sido sin duda algo menor por este motivo.
Desde bien temprano, la escuela municipal de hípica 'Villa de Rota' se ha convertido en un lugar de peregrinaje para los amantes de los animales, que se han acercado durante la mañana a disfrutar del programa previsto. Un acto organizado por el Centro Canino Roteño y por la Peña Dosa, con la colaboración de la Hermandad del Nazareno, que ha puesto una barra de bar solidaria, así como del Ayuntamiento de Rota, que como siempre ha cedido las infraestructuras para esta celebración. La Hermandad del Nazareno ha invitado además a una tapa gratuita a todos los participantes inscritos en el certamen de belleza canina.
Con la inscripción de los animales desde buena mañana, éstos se han separado por grupos: un primero formado por animales variados, como conejos, aves, roedores, etc, y el resto de grupos por razas y tamaños de canes, desde los más pequeños, como chiguaguas, pinscher, pomeranias o caniches, hasta los yorshire, y razas más grandes como labradores, galgos, rottweilers o gran danés entre otras.
Todos ellos han desfilado para el juez especialista presente en el acto, que ha juzgado el estado físico de cada animal, su estado de salud, además de su aspecto y obediencia a su amo. De cada categoría se han elegido a los tres mejores, en algunos casos el juez ha tenido que hacer un reconocimiento a un cuarto, y de entre todos los mejores ha sido elegido el Best in Show, cuya imagen ilustrará el cartel de San Antón del año que viene, un precioso ejemplar de pastor alemán.
Los asistentes han podido además disfrutar de exhibiciones de doma canina, y como no, de la bendición de los animales que ha realizado un año más el Padre Juan González Lagomazzini, que aunque ha reducido su actividad notablemente debido a su jubilación, no ha querido faltar a este acto en concreto, al que tiene especial cariño. Una bendición en la que este año además de los canes, y algunos otros animales domésticos, ha participado un caballo.
