Todor Vangelov y Daniel Salas son dos bailarines reconocidos internacionalmente en el mundo del ballet y residentes en Genalguacil. Ambos compaginan intensas giras de la mano de una compañía de ópera en Estados Unidos con la tranquila vida en el pueblo, donde regentan el popular Bar El Refugio.
Todor Vangelov, coreógrafo y bailarín de origen búlgaro, empezó con el ballet a los 5 años de edad y, a lo largo de su dilatada trayectoria, ha trabajado en la mayoría de los teatros de Bulgaria con la Compañía Nacional de Ballet Contemporáneo del país balcánico. Con el paso de los años ha trabajado en Italia, Alemania y media Europa hasta llegar a Barcelona, para después dirigirse hasta Málaga y terminar en Genalguacil. Por su parte, el bailarín Daniel Salas se dedica al ballet desde hace 15 años y, de una u otra forma, ha estado ligado toda su vida a Genalguacil porque sus abuelos eran oriundos del pueblo.
En los últimos tiempos, Todor y Daniel están participando una vez al año en una gira de más de un mes por la costa este de Estados unidos, desde Miami hasta Boston, con la compañía de ópera Teatro Lírico de Europa y a las órdenes de la prestigiosa directora Jenny Lind Kelly, que reúne a más de un centenar de profesionales de todo el mundo. En la gira americana interpretan actuaciones en más de 30 teatros, representaciones entre las que los bailarines han destacado la que realizan en Queens, Nueva York. A modo de ejemplo, en los últimos años han interpretado obras como
La Traviata, Carmen, Turandot o Aída. Además, ambos también han trabajado con el Ballet Nacional en uno de los teatros más importantes de Bulgaria, el de Stara Zagora.
Los bailarines han recordado que llegaron juntos por primera vez a Genalguacil hace 14 años y quedaron enamorados del pueblo. Desde entonces han estado viviendo de forma intermitente en la localidad hasta hace dos años, cuando decidieron instalarse definitivamente, aunque siempre con la maleta preparada para atender sus responsabilidades profesionales y actuaciones en el extranjero. Fue hace sólo tres meses cuando, casi por casualidad, Todor y Daniel tomaron la decisión de ponerse al frente del Bar el Refugio, donde en horario ininterrumpido de 10 de la mañana a 11 de la noche, con la cocina siempre abierta, ofrecen a sus clientes desayunos, tapas, raciones y comidas caseras haciendo uso de ingredientes y productos de primera calidad y de la zona.
En definitiva, “trabajar en un bar es como trabajar en un teatro, ya que en ambos casos estás de cara al público y debes hacer todo lo posible para que la gente siempre salga contenta”, indicaron los bailarines.
Entre los planes de futuro de Todor Vangelov y de Daniel Salas está continuar con la gira norteamericana y seguir viviendo en Genalguacil, donde han llevado a cabo diferentes actividades relacionadas con el baile y enmarcadas en semanas culturales u otros eventos que se organizan en el pueblo. Por último, reconocen que de Genalguacil les gusta la tranquilidad, su entorno natural privilegiado y el estilo de vida sosegado de sus vecinos, con quienes tienen una estrecha relación porque muchos de ellos son clientes habituales de El Refugio.