Tuvo tradicionalmente más suerte Las Angustias que las otras hermandades del Viernes Santo, pero este año el sol lució como no lo hacía en años. La tranquilidad mandó durante todo el recorrido. Belleza infinita en la mañana del día de luto para los cristianos. A las 12.00, hora en que Jesús fue crucificado, la Cruz de Guía se puso a las puertas del templo; la hermandad se recogió a las 15.00 horas, recordando de este modo el momento en que murió el Señor. Entretanto, profunda e histórica devoción, verdadero acto de catequesis pública con la belleza de unos tronos presididos por la gubia de Castillo Lastrucci.
Sale el Señor y emociona. Le sigue la piedad rondeña; y la emoción no cesa.
Acompañan el cortejo las dos bandas de música de Ronda, y dos nombres propios, el de la pregonera de la Semana Santa, María José Villalobos, que lució su tradicional mantilla; estuvo también en la procesión Francisco Javier Lara, el decano del colegio de Abogados de Málaga, al haber sido el colegio nombrado en su día Hermano Mayor Honorario de la cofradía.
El trabajo horquillero luce el Viernes Santo. Cadencia. Sin prisas. El Señor ha muerto. Ronda está de luto. Pero no logra contener el gozo del Viernes Santo.