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La Plataforma de Vecinos y Amigos de El Pópulo se ha felicitado por que la Junta de Andalucía haya incluido en los Presupuestos de 2024 una partida de 170.000 para la rehabilitación del icónico Arco de los Blancos, pero su presidente, Antonio Gallardo, reclama que, hasta que se lleven a cabo los trabajos, se adecente este y el resto del barrio porque el estado que presentan es lamentable.
“Están llenos de excrementos y hasta de palomas muertas”, lamenta en declaraciones a 7TV. La sensación de abandono por parte de las administraciones públicas es compartida por los residentes en una de las zonas más señeras de la ciudad.
“El barrio más antiguo de Occidente va a ser el primero en caer” si no se le echa cuenta, advierte Antonio Gómez, propietario de una peluquería durante tres décadas.
“No tenemos papeleras ni nada”, apunta, por su parte, Sole Millo, nacida en Mesón, 15, quien se pregunta si nadie en el Ayuntamiento, “estando tan cerquita”, ve los problemas de seguridad y vivienda.
“Estoy solo en el edificio en el que he vivido durante toda mi vida y me quieren echar porque me van a subir el alquiler; soy jubilado y no puedo pagar más”, denuncia Juan Ríos Pavón, que achaca este fenómeno a la “turistificación”.
Antonio Gallardo tercia apuntando que “las viviendas con fines turísticos ilegales proliferan en el barrio sin que se le ponga coto” y pide la intervención de Procasa.
También reclama al Ayuntamiento mantenimiento urbano y adecentamiento de la zona. “Pintamos nosotros porque nos han dado unas latas”, agrega, al tiempo que señala la situación preocupante de la Casa del Obispo. “Es preciso restaurarla”, a punto de cumplir una década cerrada.
El presidente de la Plataforma de Vecinos y Amigos de El alma del bar El Malagueño, también carga contra la Asociación de Vecinos del Pópulo y San Juan Los Tres Arcos. “Preparan una sopa de tomate en el Carnaval y se ponen medallas, pero nada más”, dice. “Luego no reivindican nada”, remacha.
“Antes se organizaba fiesta por los Reyes Magos, pero hoy no hay ni una triste bombilla por Navidad”, añade Antonio Gómez. “Queremos hacer talleres para ayudar a mujeres jóvenes a encontrar trabajo y no nos dejan”, indica, finalmente, Rosi García, que lleva 65 años viviendo en el barrio.
Antonio Gallardo confía en mantener una reunión pronto con el alcalde, Bruno García, o alguno de sus delegados municipales para plantear todas estas cuestiones. “La situación perjudica a los vecinos, a los comerciantes y hosteleros”, concluye.
