El problema no es nuevo pero la pandemia lo ha agravado:
el 77% de los médicos andaluces sigue teniendo
menos de diez minutos para atender a sus pacientes; en el caso de que lo haga telefónicamente, el tiempo se reduce a
cinco en la mitad de las consultas telefónicas.
Los datos facilitados por la doctora del centro de salud de El Mentidero Elena Gilabert, integrante de la plataforma
Basta Ya de médicos de Primaria en Cádiz, indican, asimismo, que por cada despacho pasa
una media de entre 40 y 50 usuarios cada día, mucho más del doble de lo adecuado.
El colapso es total. El estudio elaborado por la organización, que preside Fernando Ramírez, apunta, asimismo que el
57% de los facultativos no tiene hueco en su agenda para citas programadas y dos tercios no tiene tiempo para visitas domiciliarias.
El problema, no obstante, no es que falten profesionales, advierte Ramírez. La clave está en que el sistema público de salud
no es lo suficientemente atractivo para captar a los nuevos médicos. O bien acaban en la sanidad privada o en otros países, porque tanto los sueldos como las condiciones laborales son más favorables. Los que se quedan buscan “refugio” en otras zonas del hospital, como las urgencias.
“Es fundamental la
inversión en recursos humanos”, reclama, pero sin olvidar que, con
mejoras organizativas, los profesionales verían descargadas sus responsabilidades y el servicio sería mucho más eficiente.
En este sentido, la encuesta realizada por la plataforma pone de manifiesto que
dos de cada tres médicos desconocen el plan para Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud (SAS) pese a que ya ha transcurrido un año desde su publicación. En cuanto a las consultas de acogida, en las que una enfermera realiza una primera valoración, solo
están implantadas en un 46% de los centros. El
trabajo burocrático, como despachar partes de baja, ahoga definitivamente a los profesionales.