Brasil, uno de los países del mundo más afectados por la pandemia, superó este sábado las 590.000 muertes relacionadas con la covid-19 y corrigió al alza el número de contagiados en más de 92.000 después de incluir unos datos de Río de Janeiro correspondientes a 2020 y 2021, según informó el Gobierno.
Según el último boletín del Ministerio de Salud, el país acrecentó 935 muertes y 150.106 casos de coronavirus, lo que eleva el balance total hasta los 590.508 decesos y 21.230.325 positivos desde la irrupción del SARS-CoV-2, hace casi diecinueve meses.
En ese elevado número de infectados reportado este sábado, que en condiciones normales supondría un récord diario histórico, están incluidos, por un lado, los casos acumulados de los dos últimos días de los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro.
Y por otro, otros 92.614 positivos notificados por Río de Janeiro, que, según el Ministerio de Salud, corresponden a cifras atrasadas "de 2020 y 2021" que no habían contabilizadas hasta hoy.
Los datos sitúan a Brasil como el segundo país con más óbitos por covid-19, por detrás apenas de Estados Unidos (663.000), y el tercero con más contagios, luego de los norteamericanos (41,4 millones) y la India (33,4 millones), según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, la pandemia ha amainado en los últimos meses con un descenso drástico tanto en el número de muertes, como de casos, debido al avance de la campaña de vacunación, gracias a la que ya están completamente inmunizados cerca de un 40 % de la población brasileña.
En los últimos siete días, la media diaria de muertes y positivos por covid-19 en el país ha sido de 564 y casi 34.500, respectivamente.
Las diferencias en la gestión de la pandemia entre el Gobierno de Jair Bolsonaro, quien desde el inicio ha desdeñado la gravedad de la enfermedad, y las administraciones regionales y locales se han intensificado recientemente, ahora por cuenta de la vacunación de los jóvenes entre 12 y 17 años.
De manera inesperada, el Ministerio de Salud cambió de orientación el jueves pasado y pasó a no recomendar la vacunación de los adolescentes sin dolencias crónicas, cuando muchas ciudades ya habían iniciado la inmunización de ese grupo poblacional.
El titular de la cartera, Marcelo Queiroga, alegó entonces "cautela", pues, según él, han surgido una serie de "eventos adversos que serán investigados".
Pese a esa nueva orientación, criticada por algunas entidades médicas, 21 de las 26 capitales regionales y el Distrito Federal de Brasilia han optado por ignorar al Ministerio de Salud y mantener la vacunación de los adolescentes con o sin enfermedades crónicas, según informó el grupo O Globo.