Roger Stone, un estrecho excolaborador del presidente de EE.UU., Donald Trump, fue condenado este jueves a 40 meses (tres años y cuatro meses) de prisión, tras haber sido declarado culpable de siete cargos relacionados con la llamada trama rusa, en un caso en el que el mandatario ha presionado a favor de su exasesor.
La jueza federal Amy Jackson emitió la sentencia contra Stone, de 67 años, por cargos como mentir al Congreso y manipulación de testigos.
Esta causa ha ganado relevancia después que Trump criticase públicamente el proceso judicial contra su exasesor y apuntase la posibilidad de concederle un indulto presidencial.
"La verdad todavía existe, y la verdad todavía importa. La insistencia de Roger Stone de que no importa, su beligerancia, su orgullo y sus propias mentiras son una amenaza para nuestras instituciones más básicas, los cimientos de nuestras democracias", señaló Jackson.
"Si se va sin castigo no será una victoria de un partido político, todos habremos perdido", agregó.
La sentencia es menor a la solicitada en un primer momento por la Fiscalía, que había pedido entre siete y nueve años de cárcel.
La polémica creció aún más cuando el fiscal general de EEUU, William Barr, emitió una recomendación en la que instaba a rebajar la petición de condena, lo que provocó la renuncia de cuatro fiscales encargados de ese caso.
Stone, que trabajó hasta agosto de 2015 en la campaña electoral de Trump y después mantuvo contacto regular con él, fue detenido por el FBI el pasado 25 de enero en Fort Lauderdale (Florida, EE.UU.).
El estratega enfrentaba cinco delitos de declaración falsa, más uno de obstrucción de procedimiento oficial y otro de manipulación de testigos, todos vinculados a la investigación sobre la trama rusa.
Según la Fiscalía, Stone actuó como enlace entre la campaña de Trump en 2016 y la plataforma WikiLeaks, que difundió correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata que eran "perjudiciales" para la campaña de la candidata presidencial de ese partido, Hillary Clinton.
El equipo del fiscal que dirigió la investigación de la trama rusa, Robert Mueller, aseguró entonces que tenían pruebas de que Stone se había comunicado con la plataforma WikiLeaks durante su ataque al servidor de los demócratas en 2016.