Un enfrentamiento a tiros entre presos de dos bandas ha causado al menos siete muertos y una veintena de heridos en una cárcel de Guatemala
Un enfrentamiento a tiros entre presos de dos bandas ha causado al menos siete muertos y una veintena de heridos en una cárcel de Guatemala que las autoridades aún intentan controlar.
Se han podido contabilizar en el lugar siete cadáveres, aunque previamente el vicepresidente del país, Jafeth Cabrera, había indicado que eran tres los fallecidos.
Este tiroteo se registra en la Granja de Rehabilitación Pavón, situada a unos 25 kilómetros al sureste de la capital guatemalteca, y desde el exterior se escuchan disparos, tal y como pudo comprobar Efe.
Al ser preguntado por esta situación, el vicepresidente dijo que el Ministerio de Gobernación (Interior) está haciendo los trámites para intervenir en la prisión, donde, agregó, "hay bandas que en lugar de rehabilitarse siguen delinquiendo".
"Están armados", afirmó Cabrera, y añadió que la intervención de las fuerzas de seguridad "será para calmar a estos individuos y quitarles el arsenal que tienen" y así acabar con el enfrentamiento entre integrantes de dos bandas, según explicó.
Los heridos, algunos de gravedad, han sido trasladados a los hospitales San Juan de Dios y Roosevelt, ambos en la capital.
El portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), Pablo Castillo, dijo a periodistas que las fuerzas de seguridad ofrecen seguridad perimetral de la cárcel a la espera que las autoridades del Sistema Penitenciario (SP) dialoguen con los presos y permitan el ingreso del Ministerio Público para hacer los análisis y levantar los cuerpos.
Construida en la década de 1960 con una capacidad de un millar de internos, la cárcel de Pavón tiene ahora a 4.137 privados de libertad en cumplimiento de sentencia y la mayoría cumplen condenas por asesinatos o narcotráfico, entre otros delitos.
Uno de los últimos hechos violentos en Pavón se registró el 18 de junio de 2016, cuando fue asesinado el excapitán del Ejército Byron Limpia, quien cumplía 20 años de prisión por el asesinato del obispo guatemalteco Juan Gerardi, junto a otros 11 presos y una modelo argentina que le visitaba.
El Sistema Penitenciario, que ha reconocido que no tiene el control de sus centros, está a cargo de las 22 cárceles públicas del país y que sufren un hacinamiento de más del 300 por ciento, pues la capacidad es para 6.800 presos y en la actualidad son 24.982 los internos, de los que 12.873 cumplen prisión preventiva.