Cohen se presentó por sorpresa en la mañana de hoy en una corte federal de Manhattan para admitir su culpabilidad
El exabogado personal de Donald Trump Michael Cohen se declaró hoy culpable en un tribunal de Nueva York de haber mentido al Congreso de EE.UU. durante la investigación de la trama rusa que lleva el fiscal especial Robert Mueller.
Cohen se presentó por sorpresa en la mañana de hoy en una corte federal de Manhattan para admitir su culpabilidad en un nuevo cargo del proceso judicial, el primero que le imputa Mueller, informan medios locales.
El exletrado de Trump admitió haber mentido al Congreso sobre su implicación en los planes de negocio relativos a una potencial Torre Trump en Moscú durante la campaña electoral de 2016, según The New York Times, un proyecto inmobiliario que no se llevó a cabo.
A cambio de admitir su culpabilidad y de cooperar con el fiscal, con cuyos investigadores se ha entrevistado en varias ocasiones pese a que no hay un acuerdo formal, el letrado de 52 años tendría la expectativa de recibir una sentencia menos dura.
De acuerdo al documento legal presentado por la fiscalía, Cohen "deliberadamente hizo declaraciones falsas" y "engañó" al Comité de Inteligencia del Senado sobre la fecha en que dejó de considerar el proyecto inmobiliario en Moscú, sobre su intención de viajar a Rusia y sobre contactos con el Kremlin.
Cohen, que por entonces ejercía de vicepresidente ejecutivo para Trump, "intentó ocultar o minimizar" que siguió debatiendo sobre el proyecto varias veces hasta junio de 2016, cuando supuestamente había dejado de hacerlo en enero, así como que acordó viajar a Rusia, además de tomar medidas de cara a un posible viaje de Trump.
Asimismo, la fiscalía señala que Cohen "recordó" que en torno a enero de 2016, recibió una respuesta de la oficina del secretario de prensa del presidente ruso y habló sobre el proyecto de Moscú con un miembro de esa oficina.
El pasado agosto, Cohen ya se declaró culpable en Nueva York de varios delitos fiscales ajenos a la investigación sobre la supuesta coordinación entre la campaña electoral de Trump y el Kremlin para influir en los resultados de los comicios presidenciales de 2016.
El exabogado personal del magnate involucró entonces al que fuera su cliente entre 2007 y 2017 en dos cargos de violación de normas de campaña y, aunque el acuerdo de culpabilidad no incluía cooperación alguna con el equipo de Mueller, despertó sospechas y fue ampliamente criticado por Trump.