Según fuentes de la Policía catalana, el detenido, arrestado por la unidad de delitos informáticos, intentaba ganarse la confianza de las chicas, entre ellas varias menores, haciéndose pasar por el director de casting de un programa televisivo.
El detenido presionaba a las chicas, algunas de ellas residentes en el extranjero, para que le mandaran fotos suyas desnudas, lo que algunas de ellas accedieron a hacer, ante el temor de no ser convocadas al falso casting.
Se da el caso de que el detenido utilizaba siempre conexiones a internet inalámbricas, para tratar de enmascarar el rastro de su actuación en la red e incriminar a otras personas.