El suceso tuvo lugar pasadas las 14.00 horas, cuando la presunta parricida, de 54 años y nacionalidad rusa, asestó a su hija una cuchillada en el cuello, tras lo que llamó a los servicios de emergencia, diciendo que había dado muerte a su hija.
Hasta el lugar se desplazaron los agentes del Cuerpo Superior de Policía y como nadie les abría la puerta, que se encontraba cerrada por dentro y atrancada con un larguero de madera, según se pudo comprobar posteriormente, se requirió la ayuda de los bomberos, que entraron en la casa por la cocina desde el patio de luces.
Según las mismas fuentes, en la vivienda fue encontrada la mujer en estado grave a causa de la ingestión de “un producto altamente corrosivo”, por lo que fue trasladada al hospital Reina Sofía de Murcia, donde ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Así mismo, los agentes encontraron muerta en una cama a la hija de la citada mujer, de 30 años y deficiente psíquica, con “una profunda herida de arma blanca en el cuello”.
El Grupo de Homicidios y la Policía Científica del CSP realizan las investigaciones oportunas para el esclarecimiento de los hechos, informaron las fuentes.
El Centro de Coordinación de Emergencias de la Región envió al lugar a los bomberos de Murcia que tuvieron que abrir la puerta del domicilio familiar para rescatar a un perro de la raza pitt bull.
El servicio de Zoonosis municipal se ha hecho cargo del animal.