Así lo ha acordado el magistrado instructor de la causa abierta en Valencia para investigar la supuesta trama de corrupción relacionada con el PP, en la que entre hoy y el jueves declararán como imputados Camps; el secretario general del PPCV, Ricardo Costa; el ex vicepresidente del Consell Víctor Campos; el ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turismo Rafael Betoret y el responsable de Orange Market en Valencia, Álvaro Pérez.
Los cinco han sido citados ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana por un supuesto delito de cohecho.
Además, Camps recibió ayer muestras de apoyo en los dos actos a los que ha acudido, así como el respaldo actual y futuro de la dirección nacional del PP.
La decisión de suspender y trasladar la comparecencia de Camps atiende así la solicitud que el abogado del jefe del Consell había cursado ante el magistrado instructor de la causa alegando que hoy ha de “estar presente en otra declaración señalada con anterioridad por otro órgano judicial”, según el TSJCV.
Hoy prestarán declaración Víctor Campos (a las 10.30 horas) y Ricardo Costa (a las 12.00 horas), mientras que Camps lo hará, también como imputado, a las diez de la mañana del miércoles.
A continuación de Camps, declararán Rafael Betoret y Álvaro Pérez, El Bigotes, quien ya testificó el mes pasado ante el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Orange Market es la filial valenciana de la red empresarial liderada por Francisco Correa e investigada por la Justicia.
El juez ha acordado llamar a declarar como testigos, sin que se conozca aún ni su número ni su identidad, “a todas las personas que han autorizado contratos entre la Generalitat y Orange Market y a quienes formaron parte de las mesas de contratación”.
El Consell ha reconocido haber contratado a Orange Market para la organización de la salida de la Vuelta al Mundo a Vela desde Alicante y para el montaje del pabellón de la Generalitat en cinco ediciones de Fitur.
Ante esta decisión del juez, el Consell ha mostrado su “satisfacción” porque atiende la sugerencia que planteó Camps en su comparecencia del 19 de febrero, tras aparecer publicado su nombre entre los implicados en la trama.
Aquel día, Camps negó esas informaciones y anunció que en caso de que la imputación siguiera su curso contra él, pediría la comparecencia de todos los funcionarios que han trabajado con él en sus distintas etapas políticas, de los empresarios –valencianos y españoles, públicos y privados– con los que se ha relacionado y de los alcaldes de la Comunitat para que avalen si alguna vez les pidió “alguna contraprestación” o les indicó “alguna decisión”.
Camps fue el protagonista ayer en Valencia de sendos actos públicos donde recibió el apoyo y el aplauso de los asistentes: el primero, con el colectivo gitano –donde se han escuchado gritos de “¡Tío Paco, Tío Paco!”–, y el segundo, con motivo de la firma de un pacto por la integración, con altos cargos de la Generalitat, las diputaciones y los ayuntamientos gobernados por el PP.
En ambos actos, el presidente no hizo mención alguna a su imputación y se limitó a emplazar a los periodistas a “mañana, mañana” al ser preguntado sobre si iba a presentar ante el juez las facturas de los trajes que supuestamente recibió como regalos.
Por su parte, el candidato socialista a las elecciones europeas Andrés Perelló acusó a Camps de “utilizar a las instituciones y a los cargos públicos para hacerse homenajes sin parar”.
Asimismo, recibió de nuevo el respaldo de la dirección nacional de su partido, que le apoya y apoyará y que no ponen en entredicho su continuidad, mientras que el ex presidente del Gobierno José María Aznar se ha mostrado convencido de que “todo se aclarará” en torno a Camps.
